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Pan de la Palabra


07 Abril 2022

  • Feria – Semana 5ª de Cuaresma
  • Morado
  • San Juan Bautista de la Salle

PRIMERA LECTURA

Del libro del Génesis 17, 3-9

Cuando Dios se le apareció, Abrán se postró con el rostro en el suelo y Dios le dijo: “Aquí estoy. Esta es la alianza que hago contigo: serás padre de una multitud de pueblos. Ya no te llamarás Abrán, sino Abrahán, porque te he constituido como padre de muchas naciones. Te haré fecundo sobremanera; de ti surgirán naciones y de ti nacerán reyes. Contigo y con tus descendientes, de generación en generación, establezco una alianza perpetua para ser el Dios tuyo y de tus descendientes. A ti y a tus descendientes les daré en posesión perpetua toda la tierra de Canaán, en la que ahora vives como extranjero; y yo seré el Dios de ustedes”. Después le dijo Dios a Abrahán: “Cumple, pues, mi alianza, tú y tu posteridad, de generación en generación”.

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL
Salmo 104
R/. El Señor nunca olvida sus promesas.

• Recurran al Señor y a su poder, / búsquenlo sin descanso. / Recuerden los prodigios que Él ha hecho, / sus portentos y oráculos. R/.
• Descendientes de Abrahán, su servidor, / estirpe de Jacob, su • 73 • Jueves 7 predilecto, / escuchen: el Señor es nuestro Dios / y gobiernan la tierra sus decretos. R/.

• Ni aunque transcurran mil generaciones, / se olvidará el Señor de sus promesas, / de la alianza pactada con Abrahán, / del juramento a Isaac, que un día le hiciera. R/.

 

EVANGELIO
Del santo Evangelio según san Juan 8, 51-59

En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: “Yo les aseguro: el que es fiel a mis palabras no morirá para siempre”. Los judíos le dijeron: “Ahora ya no nos cabe duda de que estás endemoniado. Porque Abrahán murió y los profetas también murieron, y tú dices: ‘El que es fiel a mis palabras no morirá para siempre’. ¿Acaso eres tú más que nuestro padre Abrahán, el cual murió? Los profetas también murieron. ¿Quién pretendes ser tú?”. Contestó Jesús: “Si yo me glorificara a mí mismo, mi gloria no valdría nada. El que me glorifica es mi Padre, aquel de quien ustedes dicen: ‘Es nuestro Dios’, aunque no lo conocen. Yo, en cambio, sí lo conozco; y si dijera que no lo conozco, sería tan mentiroso como ustedes. Pero yo lo conozco y soy fiel a su Palabra. Abrahán, el padre de ustedes, se regocijaba con el pensamiento de verme; me vio y se alegró por ello”. Los judíos le replicaron: “No tienes ni cincuenta años, ¿y has visto a Abrahán?”. Les respondió Jesús: “Yo les aseguro que desde antes que naciera Abrahán, yo soy”. Entonces recogieron piedras para arrojárselas, pero Jesús se ocultó y salió del templo.

Palabra del Señor.

 

 

LECTIO DIVINA

PARA MEDITAR

• En la lucha entablada entre la muerte y la vida, la fe en Jesús, como la fe en Dios de Abrahán, “que salta de gozo pensando ver el día del Mesías”, es la que derriba el muro de la desesperanza y del sinsentido de la existencia humana para que fluya la vida a raudales. En su misterio pascual de muerte y resurrección, Cristo es la vida nueva de Dios, la bendición y la salvación para todo hombre y todos los pueblos. En Cristo la vida venció definitivamente a la muerte, y su victoria capacita para la vida y la esperanza sin fin a todo el que cree en Él.

 

El problema que, una vez más, apunta el evangelio de hoy se refiere básicamente al conocimiento y aceptación de la persona de Cristo, a la cual solo se da alcance por la fe. Esta es indispensable para descubrir, a través de los signos y obras que Jesús realizaba, su identidad personal en conexión con el Padre Dios, es decir, su filiación divina. Puesto que Él es el Hijo, la imagen perfecta del Padre y su palabra personal, no puede menos de revelarlo y glorificarlo en toda su persona y conducta. Porque los judíos no conocían al Padre, a quien, no obstante, llamaban su Dios, no podían conocer ni aceptar tampoco a Jesús.

 

Al final del cuarto evangelio se dice: “Todo esto fue escrito para que crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengan vida en su nombre”. Para creer en Jesús, nuestra vida y nuestra salvación, hay que conocerlo. ¿Qué sabemos nosotros de Jesús?

 

para reflexionar

• ¿De qué manera Jesucristo es el fundamento, principio y centro de nuestra vida personal, familiar y social?

 

ORACIÓN

Señor Jesús, ayúdanos a trasmitir tu amor. Te pedimos por todos nuestros hermanos que no te conocen y viven alejados de ti. Dales la gracia de sentirse verdaderamente hijos tuyos. Amén.

 


 

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