Logo San Pablo

Pan de la Palabra


16 Junio 2022

  • Semana 11ª del Tiempo Ordinario
  • Verde
  • San Francisco de Regis

PRIMERA LECTURA

Del libro del Eclesiástico (Sirácida) 48, 1-14

En aquel tiempo, surgió Elías, un profeta de fuego; su palabra quemaba como una llama. Él hizo caer sobre los israelitas el hambre y con celo los diezmó. En el nombre del Señor cerró las compuertas del cielo e hizo que descendiera tres veces fuego de lo alto. ¡Qué glorioso eres, Elías, por tus prodigios! ¿Quién puede jactarse de ser igual a ti? Tú resucitaste del sepulcro a un muerto, lo arrancaste de la muerte por la palabra del Altísimo.

Tú llevaste la ruina a los reyes y la muerte a los príncipes en su lecho. Tú escuchaste las amenazas de Dios en el Sinaí y sus palabras de castigo en el Horeb. Tú ungiste a reyes vengadores y nombraste como sucesor tuyo a un profeta. En un torbellino de llamas fuiste arrebatado al cielo, sobre un carro tirado por caballos de fuego. Escrito está de ti que volverás, cargado de amenazas, en el tiempo señalado, para aplacar la cólera antes de que estalle, para hacer que el corazón de los padres se vuelva hacia los hijos y congregar a las tribus de Israel.

Dichosos los que te vieron y murieron gozando de tu amistad; pero más dichosos los que estén vivos, cuando vuelvas. Cuando Elías fue arrebatado por el torbellino, Eliseo quedó lleno de su espíritu. Ningún príncipe lo intimidó, nadie lo pudo dominar. Ninguna cosa le era imposible y aun estando en el sepulcro, resucitó a un muerto.

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL
Salmo 96
R/. Que se alegren los justos con el Señor.

• Reina el Señor, alégrese la tierra; / cante de regocijo el mundo entero. / El trono del Señor se asienta / en la justicia y el derecho.  R/.
• Un fuego que devora a sus contrarios / a nuestro Dios que precede; / deslumbran sus relámpagos el orbe / y viéndolos, la tierra se estremece. R/.

• Los montes se derriten como cera / ante el Señor de toda la tierra. / Los cielos pregonan su justicia, / su inmensa gloria ven todos los pueblos. R/

• Los que adoran estatuas / que se llenen de pena y se sonrojen, / lo mismo el que se jacta de sus ídolos. / Que caigan ante Dios todos los dioses. R/

 

EVANGELIO
Del santo Evangelio según san Mateo 6, 7-15

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Cuando ustedes hagan oración, no hablen mucho, como los paganos, que se imaginan que a fuerza de mucho hablar serán escuchados. No los imiten, porque el Padre sabe lo que les hace falta, antes de que se lo pidan. Ustedes pues, oren así: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga tu Reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en tentación y líbranos del mal. Si ustedes perdonan las faltas a los hombres, también a ustedes los perdonará el Padre celestial. Pero si ustedes no perdonan a los hombres, tampoco el Padre les perdonará a ustedes sus faltas”.

Palabra del Señor.

 

 

LECTIO DIVINA

PARA MEDITAR 

• Si queremos buscar la idea vertebral del Padrenuestro para centrar en ella nuestra atención, conviene tener en cuenta que el Reino de Dios, inaugurado por Jesús, es la idea omnipresente y determinante. Para que se cumpla el deseo ardiente con que debemos repetir una y otra vez el “venga a nosotros tu Reino”, es decir, para que se manifieste plenamente el Reino de Dios entre los hombres, siguen las demás peticiones: que santifiquemos el nombre y la persona de Dios, que cumplamos su voluntad fielmente, que agradezcamos y compartamos con los demás el pan de cada día, que perdonemos al hermano como Dios nos perdona, y que resistamos a la tentación y al mal.

 

No debiera caerse nunca de nuestros labios la oración del padrenuestro, sobre todo en los momentos cumbre de la vida familiar, comunitaria y personal, como hace la liturgia de la Iglesia. Es la oración más excelente que imaginar podemos, al mismo tiempo que la más fácil y sencilla, la más profunda y ecuménica, la más viva y actual. Como que tiene por autor a Cristo mismo. Fue la única “fórmula” de oración que Jesús nos enseñó; pero es mucho más que una fórmula para recitar. Es todo un estilo de vida para los hijos de Dios, es una invitación a la entrega total a la voluntad del Padre, a fin de que su reinado se manifieste plenamente en nosotros.

 

para reflexionar

• ¿Somos conscientes del compromiso que implica rezar el Padrenuestro? ¿Percibimos el sentido de las palabras que dirigimos a Dios en nuestra oración?

 

ORACIÓN

Padre nuestro del cielo, danos el pan de la vida temporal y eterna, de suerte que nuestra espera se vea cumplida en ti. Y mantennos firmes en las tentaciones contra la fe, para que no sucumbamos a la infidelidad y al mal. Amén.

 


Complementa los ocho (8) pasos de la Lectio Divina adquiriendo el Misal Pan de la Palabra en:


 

 


Suscríbete a nuestro newsletter ENTÉRATE DE LAS ÚLTIMAS NOVEDADES Y RECIBE DESCUENTOS EXCLUSIVOS

whatsapp chat