Logo San Pablo

Pan de la Palabra


05 Noviembre 2022

  • Feria o B.V.M - Semana 31ª del Tiempo Ordinario
  • Verde / Blanco
  • Santa Isabel.

PRIMERA LECTURA

De la Carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 4, 10-19

Hermanos: Me he alegrado mucho en el Señor de que el interés de ustedes por mí se haya vuelto a manifestar. No es que no lo tuvieran, sino que les había faltado la ocasión de ayudarme. Y no se lo digo porque esté necesitado, pues he aprendido a conformarme con lo que tengo. Sé lo que es vivir en pobreza y también lo que es tener de sobra. Estoy acostumbrado a todo: lo mismo a comer bien que a pasar hambre; lo mismo a la abundancia que a la escasez. Todo lo puedo unido a aquel que me da fuerza. Sin embargo, han hecho ustedes bien en socorrerme cuando me vi en dificultades.

Ustedes saben, filipenses, que al comenzar a predicar el Evangelio, cuando salí de Macedonia, ninguna comunidad cristiana, fuera de ustedes, me brindó una ayuda económica a cambio de lo que habían recibido de mí. Pues, incluso cuando estaba en Tesalónica, en más de una ocasión me enviaron ayuda para aliviar mis necesidades. No es que yo busque sus donativos; lo que me importa es que ustedes se hagan cada vez más ricos ante Dios. Tengo cuanto necesito y más de lo que necesito. Tengo de sobra con lo que Epafrodito me entregó de parte de ustedes, y que es para Dios ofrenda y sacrificio que Él acepta con agrado. Y mi Dios, con su infinita riqueza, remediará con esplendidez todas sus necesidades, por medio de Cristo Jesús.

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL
Salmo 111

R. Dichosos los que temen al Señor.

 Dichosos los que temen al Señor / y aman de corazón sus mandamientos; / poderosos serán sus descendientes: / Dios bendice a los hijos de los buenos. R/.


• Quienes, compadecidos, prestan / y llevan su negocio honradamente, / jamás se desviarán: / vivirá su recuerdo para siempre. R/.

• Firme está y sin temor su corazón, / al pobre dan limosna, / obran siempre conforme a la justicia; / su frente se alzará llena de gloria. R/.

 

EVANGELIO
Del santo Evangelio según san Lucas 16, 9-15

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Con el dinero, tan lleno de injusticias, gánense amigos que, cuando ustedes mueran, los reciban en el cielo. El que es fiel en las cosas pequeñas, también es fiel en las grandes; y el que es infiel en las cosas pequeñas, también es infiel en las grandes. Si ustedes no son fieles administradores del dinero, tan lleno de injusticias, ¿quién les confiará los bienes verdaderos? Y si no han sido fieles en lo que no es de ustedes, ¿quién les confiará lo que sí es de ustedes? No hay criado que pueda servir a dos amos, pues odiará a uno y amará al otro, o se apegará al primero y despreciará al segundo. En resumen, no pueden ustedes servir a Dios y al dinero”. Al oír todas estas cosas, los fariseos, que son amantes del dinero, se burlaban de Jesús. Pero Él les dijo: “Ustedes pretenden pasar por justos delante de los hombres; pero Dios conoce sus corazones, y lo que es muy estimable para los hombres es detestable para Dios”.

Palabra del Señor.

 

 

LECTIO DIVINA

PARA MEDITAR

• Desviar los avisos de Jesús sobre el dinero exclusivamente hacia los ricos de hecho es una trampa que reduce el campo de un mensaje que es para todos; pues el peligro de rendir culto al dinero lo tenemos todos con nuestras apetencias de rico. El dinero es un dios que tiene altar y banco en casi todos los corazones, lo mismo en el rico que en el pobre, en el adulto realista que en el joven idealista.

 

El dinero es un ídolo tirano que, además de esclavizarnos personalmente, nos insensibiliza ante las necesidades de los demás, a quienes hace ver como mercancía y no como hermanos. El dinero es un ídolo engañoso, voraz y excluyente, que pide sacrificarlo todo en su altar: principios morales y honradez personal, sentimientos y afectos, sentido religioso, fraternidad y solidaridad a todos los niveles; más aún: hasta la salud y la vida de sus adoradores.

 

Jesús no condena en sí mismo al dinero, sino su mal uso. El dinero y los bienes que con él se adquieren tienen entidad y sentido en la medida en que están al servicio del hombre, de su familia y de la sociedad, posibilitando así el desarrollo y el bienestar que Dios quiere para todos sus hijos. Usarlos así es ser buen administrador de los mismos.

 

Al final del texto de hoy se dice que “oyeron esto unos fariseos, amigos del dinero, y se burlaban de Jesús”. No faltará quien lo haga hoy también, aquellos a quienes ciega y tiene bien amarrados el dios dinero, quizá nosotros mismos, que alimentamos una secreta idolatría monetaria. Pues bien, si el dinero es lo primero en nuestra vida, no somos discípulos de Cristo, quien siendo rico se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza y proclamó bienaventurados a los pobres.

 

para reflexionar

• ¿Somos capaces de usar lo que tenemos y lo que somos en la medida en que nos sirve para alcanzar el fin que nos proponemos, que es amar a Dios y al prójimo?

 

ORACIÓN FINAL

Líbranos, Señor, de la adoración y culto al ídolo tirano, ciego y voraz que es el dinero. Poniendo nuestra meta en los bienes de arriba, nos veremos libres de la obsesión de acumular, y donde está nuestro tesoro: en Dios y en los hermanos, allí estará también centrado nuestro corazón. Amén.


Complementa los ocho (8) pasos de la Lectio Divina adquiriendo el Misal Pan de la Palabra en:


 

 


Suscríbete a nuestro newsletter ENTÉRATE DE LAS ÚLTIMAS NOVEDADES Y RECIBE DESCUENTOS EXCLUSIVOS

whatsapp chat