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Pan de la Palabra


28 Noviembre 2022

  • Semana 1ª de Adviento
  • Morado
  • Santa Catalina Labouré

PRIMERA LECTURA

Del libro del profeta Isaías 4, 2-6

Aquel día, el vástago del Señor será el esplendor y la gloria, y el fruto del país será orgullo y ornamento para los redimidos de Israel. A los que queden en Sion y al resto en Jerusalén los llamarán santos: todos los que en Jerusalén están inscritos para la vida. Cuando el Señor haya lavado la impureza de las hijas de Sion y purificado la sangre derramada en Jerusalén, con viento justiciero, con un soplo ardiente, creará el Señor sobre toda la extensión del monte Sion y sobre su asamblea una nube de día, un humo y un resplandor de fuego llameante de noche. Y por encima, la gloria será un baldaquino y una tienda, sombra en la canícula, refugio y abrigo de la tempestad y de la lluvia. 

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL
Salmo 121

R. Vayamos con alegría al encuentro del Señor.

• ¡Qué alegría sentí, cuando me dijeron: / “Vayamos a la casa del Señor”! / Y hoy estamos aquí, Jerusalén, / jubilosos, delante de tus puertas. R/.


• A ti, Jerusalén, suben las tribus, / las tribus del Señor, / según lo que a Israel se le ha ordenado, / para alabar el nombre del Señor. R/.


• Digan de todo corazón: “Jerusalén, / que haya paz entre aquellos que te aman, / que haya paz dentro de tus murallas / y que reine la paz en cada casa”. R/.

• Por el amor que tengo a mis hermanos, / voy a decir: “La paz esté contigo”. / Y por la casa del Señor, mi Dios, / pediré para ti todos los bienesR/.

 

EVANGELIO

Del santo Evangelio según san Mateo 8, 5-11

En aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaúm, se le acercó un oficial romano y le dijo: “Señor, tengo en mi casa un criado que está en cama, paralítico y sufre mucho”. Él le contestó: “Voy a curarlo”. Pero el oficial le replicó: “Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa; con que digas una sola palabra, mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes; cuando le digo a uno: ‘¡Ve!’, él va; al otro: ‘¡Ven!’, y viene; a mi criado: ‘¡Haz esto!’, y lo hace”. Al oír aquellas palabras, se admiró Jesús y dijo a los que lo seguían: “Yo les aseguro que en ningún israelita he hallado una fe tan grande. Les aseguro que muchos vendrán de Oriente y de Occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el Reino de los Cielos”.

Palabra del Señor.

 

 

LECTIO DIVINA

PARA MEDITAR

• Los milagros son señales naturales que tienen un significado espiritual. Nosotros, en forma fetichista, damos más importancia a los milagros que a su significado: estamos apegados a la ventaja material inmediata que deriva para nosotros. Pero los milagros, vistos de esta manera, no tienen un valor grande. No cambian la realidad, sino momentáneamente: ¡quien ha sido sanado, volverá a enfermar, quien es resucitado volverá a morir nuevamente, como si no bastara la crueldad de vivir y morir una vez!

 

No pertenecía al pueblo elegido. Más aún, era romano y militar: o sea, pertenecía a la nación que dominaba a Israel. Pero tenía buenas cualidades humanas. Era honrado, consecuente, razonable. Se preocupaba de la salud de su criado. En el fondo, ya tenía fe y Dios estaba actuando en él. Su formación militar y disciplinar, aunque no era exactamente la mejor clave para interpretar el estilo de Jesús, se demostró que era un buen punto de partida para la salvación: “Señor, no soy digno”, buena expresión de humildad y de confianza. Jesús le alaba por su actitud y su fe: encontró en él más fe que en muchos de Israel. Jesús siempre aprovecha las disposiciones que encuentra en las personas, aunque de momento sean defectuosas. Desde ahí las ayudará a madurar y llegar a lo que él quiere transmitirles en profundidad.

 

Caminar a la luz del Señor es una aventura maravillosa. Se trata de ir en su búsqueda de manera que la misma luz que es el Señor traiga los frutos de la paz y regenere un orden nuevo, cuajado de bienestar. “Caminar a la luz del Señor” es una expresión típica que indica la conducta moral. La luz del Señor es una afirmación singular. En el campo cultual, la luz simboliza la benéfica presencia del Señor. Dios es la luz para Israel.

 

para reflexionar

• ¿Nos entusiasma la certeza de la revelación de la gloria de Dios, tanto al final de los tiempos como en su humanidad en la encarnación? ¿Valoramos seriamente el tiempo litúrgico que inicia?

 

ORACIÓN FINAL

Señor Jesús, creemos en ti, pero aumenta nuestra fe; no permitas que los temores y las dudas nos aparten de tu amor, sino que en todo momento te busquemos con esperanza. Que nuestra fe no sea excluyente, sino que conduzcamos a otros a ti para que sean salvados. Que vivamos en este Adviento una esperanza universal. Amén.

 


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