Logo San Pablo

Pan de la Palabra


26 Diciembre 2022

  • Octava de Navidad
  • Rojo
  • SAN ESTEBAN, PROTOMÁRTIR

PRIMERA LECTURA

De libro de los Hechos de los Apóstoles 6, 8-10; 7, 54-59

En aquellos días, Esteban, lleno de gracia y de poder, realizaba grandes prodigios y señales entre la gente. Algunos judíos de la sinagoga llamada “de los Libertos”, procedentes de Cirene, Alejandría, Cilicia y Asia, se pusieron a discutir con Esteban; pero no podían refutar la sabiduría inspirada con que hablaba. Al oír estas cosas, los miembros del sanedrín se enfurecieron y rechinaban los dientes de rabia contra él. Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, miró al cielo, vio la gloria de Dios y a Jesús, que estaba de pie a la derecha de Dios, y dijo: “Estoy viendo los cielos abiertos y al Hijo del hombre de pie a la derecha de Dios”.

Entonces los miembros del sanedrín gritaron con fuerza, se taparon los oídos y todos a una se precipitaron sobre él. Lo sacaron fuera de la ciudad y empezaron a apedrearlo. Los falsos testigos depositaron sus mantos a los pies de un joven, llamado Saulo. Mientras lo apedreaban, Esteban repetía esta oración: “Señor, Jesús, recibe mi espíritu”. Después se puso de rodillas y dijo con fuerte voz: “Señor, no les tomes en cuenta este pecado”. Diciendo esto, se durmió en el Señor. 

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL
Salmo 30

R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.

• Sé tú, Señor, mi fortaleza y mi refugio, / la muralla que me salve. / Tú, que eres mi fortaleza y mi defensa, / por tu nombre, dirígeme y guíame. R/.


• En tus manos encomiendo mi espíritu / y tú, mi Dios leal, me • 147 • Lunes 26 librarás. / Tu misericordia me llenará de alegría, / porque has visto las angustias de mi alma. R/.


• Líbrame de la mano de mis enemigos / y de aquellos que me persiguen. / Vuelve, Señor, tus ojos a tu siervo / y sálvame por tu misericordia. R/.

 

EVANGELIO

Del santo Evangelio según san Mateo 10, 17-22

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus apóstoles: “Cuídense de la gente, porque los llevarán a los tribunales, los azotarán en las sinagogas, los llevarán ante los gobernadores y reyes por mi causa; así darán testimonio de mí ante ellos y ante los paganos. Pero, cuando los enjuicien, no se preocupen por lo que van a decir o por la forma de decirlo, porque, en ese momento se les inspirará lo que han de decir. Pues no serán ustedes los que hablen, sino el Espíritu de su Padre el que hablará por ustedes. El hermano entregará a su hermano a la muerte, y el padre, a su hijo; los hijos se levantarán contra sus padres y los matarán; todos los odiarán a ustedes por mi causa, pero el que persevere hasta el fin se salvará”.

Palabra del Señor.

 

 

LECTIO DIVINA

PARA MEDITAR

• Hay martirios breves e intensos, como el de Esteban. Hay martirios largos: el testimonio y las dificultades de cada día, a lo largo de años. Tal vez este es el nuestro. Y hoy se nos invita a no cansarnos de este amor y de esta fidelidad.

 

¿Damos, en nuestra vida, un testimonio así de creíble para los que nos rodean? ¿O nos echamos atrás por cualquier esfuerzo que nos suponga la fe en Cristo? Cuando surgen estas dificultades en nuestro camino de seguimiento de Cristo, ¿hacemos nuestras las palabras de confianza del salmo: “En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu”, que Esteban hizo propias: “Señor Jesús, recibe mi espíritu”?

 

¿Sabemos hacer nuestras sus últimas palabras de perdón? El ejemplo de Esteban que, a imitación del mismo Cristo, muere perdonando, es una lección para nosotros. A nosotros no nos están apedreando físicamente. Pero al cabo de la vida tenemos mil ocasiones para perdonar a nuestros hermanos. Como hemos pedido en la oración del día: “Concédenos la gracia de imitar a tu mártir san Esteban, que oró por los verdugos que le daban tormento, para que nosotros aprendamos a amar a nuestros enemigos”.

 

para reflexionar

• ¿La contemplación del misterio de Navidad nos conduce inexplicablemente desde ya al misterio de la pasión? ¿Dejamos al Espíritu Santo revelar el misterio escondido de Dios en el niño de Belén?

 

ORACIÓN FINAL

Tú, Señor, que ofreces la vida eterna a los que te sirven con fidelidad; ayúdanos, con la asistencia de tu Espíritu, a ser valientes defensores de la verdad. Amén.

 


Complementa los ocho (8) pasos de la Lectio Divina adquiriendo el Misal Pan de la Palabra en:


 

 


Suscríbete a nuestro newsletter ENTÉRATE DE LAS ÚLTIMAS NOVEDADES Y RECIBE DESCUENTOS EXCLUSIVOS

whatsapp chat