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Pan de la Palabra


21 Febrero 2023

  • Feria o Memoria libre - Semana 7ª del Tiempo Ordinario
  • Verde / Blanco
  • SAN PEDRO DAMIÁN, OBISPO Y DOCTOR DE LA IGLESIA

PRIMERA LECTURA

Del libro del Eclesiástico (Sirácide) 2, 1-13

Hijo mío, si te propones servir al Señor, prepárate para la prueba; mantén firme el corazón y sé valiente; no te asustes en el momento de la adversidad. Pégate al Señor y nunca te desprendas de Él, para que seas recompensado al fin de tus días. Acepta todo lo que te sobrevenga, y en los infortunios ten paciencia, pues el oro se purifica con el fuego y el hombre a quien Dios ama, en el crisol del sufrimiento. Confíate al Señor y Él cuidará de ti; espera en Él y te allanará el camino. Los que temen al Señor, esperen en su misericordia; no se alejen de Él y no caerán. Los que temen al Señor, confíen en Él, porque no los dejará sin recompensa. Los que temen al Señor, esperen sus beneficios, su misericordia y la felicidad eterna. Miren a sus antepasados y comprenderán. ¿Quién confió en el Señor y quedó defraudado? ¿Quién perseveró en su santo temor y fue abandonado? ¿Quién lo invocó y fue desatendido? El Señor es clemente y misericordioso; Él perdona los pecados y salva en el tiempo de la tribulación.

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL
Salmo 36

R.  Pon tu vida en las manos del Señor.

• Pon tu esperanza en Dios, practica el bien / y vivirás tranquilo en esta tierra. / Busca en Él tu alegría / y te dará el Señor cuanto deseas. R/.


• Cuida el Señor la vida de los buenos / y su herencia perdura; / no se marchitarán en la sequía / y en tiempos de escasez tendrán hartura. R/.

• Apártate del mal, practica el bien / y tendrás una casa eternamente; / porque al Señor le agrada lo que es justo / y vela por sus fieles; / en cambio, a los injustos / los borrará de la tierra para siempre. R/.

• La salvación del justo es el Señor; / en la tribulación Él es su amparo; / a quien en Él confía, Dios lo salva / de los hombres malvados. R/.

 

 

EVANGELIO

Del santo Evangelio según san Marcos 9, 30-37

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos atravesaban Galilea, pero Él no quería que nadie lo supiera, porque iba enseñando a sus discípulos. Les decía: “El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres; le darán muerte, y tres días después de muerto, resucitará”. Pero ellos no entendían aquellas palabras y tenían miedo de pedir explicaciones. Llegaron a Cafarnaún, y una vez en casa, les preguntó: “¿De qué discutían por el camino?”. Pero ellos se quedaron callados, porque en el camino habían discutido sobre quién de ellos era el más importante. Entonces Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo: “Si alguno quiere ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos”. Después, tomando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: “El que reciba en mi nombre a uno de estos niños, a mí me recibe. Y el que me reciba a mí, no me recibe a mí, sino a Aquel que me ha enviado”.

Palabra del Señor.

 

 

LECTIO DIVINA

PARA MEDITAR

• Las pruebas nos vienen bien: nos hacen madurar, nos acrisolan, como el fuego al oro. Las pruebas nos hacen pensar, nos invitan a relativizar tantas cosas y a dar importancia a las que valen la pena. Si nos desanimamos es porque no confiamos suficientemente en Dios. Con su fuerza no hay dificultad insuperable. Con su luz vamos adquiriendo la verdadera sabiduría que nos trae también la felicidad.

 

Para no caer en la impaciencia y el pesimismo, que bloquean nuestra vida, tendremos que decirnos a nosotros mismos lo de Ben Sira: “Confía en Dios, que Él te ayudará, espera en Él y te allanará el camino”. Y lo del salmo: “Confía en el Señor y haz el bien, porque el Señor ama la justicia y no abandona a sus fieles. Encomienda tu camino al Señor y Él actuará”. Hay momentos de oscuridad, sí, pero a la noche siempre le sigue la aurora.

 

La lección del servicio la puede dar Cristo porque es el primero que la cumple. Toda su vida está en esa actitud de entrega por los demás: “No he venido a ser servido sino a servir y a dar mi vida por los demás”. Es una actitud que manifestará prácticamente cuando lo vean ceñirse la toalla y arrodillarse ante ellos para lavarles los pies. Pero sobre todo cuando entregue su vida por la salvación del mundo.

 

Tendemos a ocupar los primeros lugares, a buscar nuestros propios intereses, a despreciar a las personas que cuentan poco en la sociedad y de las que no podemos esperar gran cosa. Eso de buscar los primeros puestos no pasa solo en el mundo de la política. También nos puede pasar en nuestro mundillo familiar o comunitario. A nadie le gusta ser “servidor de todos” o “ser el último de todos”.

 

La salvación del mundo vino a través de la cruz de Cristo. Si queremos colaborar con Él y hacer algo válido en la vida, tendremos que contar en nuestro programa con el sufrimiento y el esfuerzo, con la renuncia y la entrega gratuita. Seguimos a un Salvador humilde, aparentemente fracasado, el Siervo de todos, hasta la cruz. El discípulo no puede ser más que el maestro.

 

para reflexionar

¿Creemos que para servir es necesario el poder, entendido como riqueza, prestigio y control sobre los demás? ¿O, más bien necesitamos la escuela de sabiduría con la que Jesús nos forma como sus discípulos, amigos y hermanos?

 

ORACIÓN FINAL

Haz, Señor, que, siguiendo el ejemplo de Jesús, sirvamos en su nombre a los hermanos con alegre sonrisa, compartiendo los gozos y las tristezas de todos. Amén.

 


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