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Pan de la Palabra


30 Julio 2023

  • Salterio: 1ª semana
  • Verde
  • DECIMOSÉPTIMO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

PRIMERA LECTURA

Del Primer libro de los Reyes 3, 5-13

En aquellos días, el Señor se le apareció al rey Salomón en sueños y le dijo: “Salomón, pídeme lo que quieras, y yo te lo daré”. Salomón le respondió: “Señor, tú trataste con misericordia a tu siervo David, mi padre, porque se portó contigo con lealtad, con justicia y rectitud de corazón. Más aún, también ahora lo sigues tratando con misericordia, porque has hecho que un hijo suyo lo suceda en el trono. Sí, tú quisiste, Señor y Dios mío, que yo, tu siervo, sucediera en el trono a mi padre, David. Pero yo no soy más que un muchacho y no sé cómo actuar. Soy tu siervo y me encuentro perdido en medio de este pueblo tuyo, tan numeroso, que es imposible contarlo. Por eso te pido que me concedas sabiduría de corazón, para que sepa gobernar a tu pueblo y distinguir entre el bien y el mal. Pues sin ella, ¿quién será capaz de gobernar a este pueblo tuyo tan grande?”. Al Señor le agradó que Salomón le hubiera pedido sabiduría y le dijo: “Por haberme pedido esto, y no una larga vida, ni riquezas, ni la muerte de tus enemigos, sino sabiduría para gobernar, yo te concedo lo que me has pedido. Te doy un corazón sabio y prudente, como no lo ha habido antes, ni lo habrá después de ti. Te voy a conceder, además, lo que no me has pedido: tanta gloria y riqueza, que no habrá rey que se pueda comparar contigo”. 

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL
Salmo 118
R. Yo amo, Señor, tus mandamientos.

•  A mí, Señor, lo que me toca / es cumplir tus preceptos. / Para mí valen más tus enseñanzas / que miles de monedas de oro y plata. R/.


• Señor, que tu amor me consuele, / conforme a las promesas que me has hecho. / Muéstrame tu ternura y viviré, / porque en tu ley he puesto mi contento. R/.

• Amo, Señor, tus mandamientos / más que el oro purísimo; / por eso tus preceptos son mi guía / y odio toda mentira. R/.

• Tus preceptos, Señor, son admirables, / por eso yo los sigo. / La explicación de tu Palabra / da luz y entendimiento a los sencillos. R/.

 

PRIMERA LECTURA

De la Carta del apóstol san Pablo a los Romanos 8, 28-30

Hermanos: Ya sabemos que todo contribuye para bien de los que aman a Dios, de aquellos que han sido llamados por Él, según su designio salvador. En efecto, a quienes conoce de antemano, los predestina para que reproduzcan en sí mismos la imagen de su propio Hijo, a fin de que Él sea el primogénito entre muchos hermanos. A quienes predestina, los llama; a quienes llama, los justifica; y a quienes justifica, los glorifica.

 

EVANGELIO

Del santo Evangelio según san Mateo 13, 44-52

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “El Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido en un campo. El que lo encuentra lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va y vende cuanto tiene y compra aquel campo. El Reino de los Cielos se parece también a un comerciante en perlas finas que, al encontrar una perla muy valiosa, va y vende cuanto tiene y la compra. También se parece el Reino de los Cielos a la red que los pescadores echan en el mar y recoge toda clase de peces. Cuando se llena la red, los pescadores la sacan a la playa y se sientan a escoger los pescados; ponen los buenos en canastos y tiran los malos. Lo mismo sucederá al final de los tiempos: vendrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y los arrojarán al horno encendido. Allí será el llanto y la desesperación. ¿Han entendido todo esto?”. Ellos le contestaron: “Sí”. Entonces Él les dijo: “Por eso, todo escriba instruido en las cosas del Reino de los Cielos es semejante al padre de familia, que va sacando de su tesoro cosas nuevas y cosas antiguas”.

Palabra del Señor.

 

 

LECTIO DIVINA

PARA MEDITAR

● Al ejemplo del Antiguo Testamento nos añade Jesús su enseñanza en forma de parábolas. El que ha descubierto, tal vez por casualidad, un tesoro enterrado en el campo, lleno de alegría lo vuelve a enterrar allí mismo (de momento, le pertenece al dueño del campo), pero tiene la suficiente sagacidad para vender lo que tiene y comprar el campo y quedarse así con el tesoro. Lo mismo pasa con el comerciante en perlas que descubre una de gran valor y decide también vender todo para adquirirla. Son dos episodios de sabiduría humana que propone Jesús como ejemplo de la sabiduría que deben tener los suyos.

● Hacer opción por los valores del Reino. Las dos parábolas nos invitan a saber discernir dónde están los verdaderos valores y trabajar por conseguirlos. O sea, a ser buenos negociantes no solo en las cosas materiales, sino también en las espirituales. Hoy tal vez hablaría Jesús de los yacimientos de petróleo enterrados en el campo, o de sellos o monedas de gran rareza que vale la pena adquirir, o de las acciones bancarias que parece que van a subir y por tanto suponen una buena inversión.

Lo importante es que los seguidores de Jesús sean lo suficientemente listos para descubrir que los valores del espíritu son más importantes que todos los demás y hacer una clara opción por ellos. Otros valores son externos y caducos: el mundo nos encandila con cosas llamativas, con baratijas superficiales que no salvan, que no dan felicidad.

PARA REFLEXIONAR

Según tu experiencia de vida, ¿qué entiendes por tesoro escondido, por mercader de perlas preciosas o por red echada en el mar? ¿Qué dice el texto sobre la misión a realizar en cualidad de discípulos de Cristo?

ORACIÓN FINAL

Señor Jesús, nada de lo que tenemos puede compararse al Reino de los Cielos. Ayúdanos a confiar en ti para que podamos encontrar ese tesoro de tanto valor. Amén.

 


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