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Pan de la Palabra


15 Agosto 2023

  • Solemnidad – Semana 19ª del Tiempo Ordinario
  • Blanco
  • ASUNCIÓN DE SANTA MARÍA VIRGEN

PRIMERA LECTURA

Del Primer libro de las Crónicas 15, 3-4.15-16; 16, 1-2

En aquellos días, David congregó en Jerusalén a todos los israelitas, para trasladar el arca de la Alianza al lugar que le había preparado. Reunió también a los hijos de Aarón y a los levitas. Luego los levitas se echaron los varales a los hombros y levantaron en peso el arca de la Alianza, tal como lo había mandado Moisés, por orden del Señor. David ordenó a los jefes de los levitas que entre los de su tribu nombraran cantores para que entonaran cantos festivos, acompañados de arpas, cítaras y platillos. Introdujeron, pues, el arca de la Alianza y la instalaron en el centro de la tienda que David le había preparado. Ofrecieron a Dios holocaustos y sacrificios de comunión, y cuando David terminó de ofrecerlos, bendijo al pueblo en nombre del Señor.

 

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL
Salmo 131
R. Ven, Señor, a tu morada.

• Que se hallaba en Efrata nos dijeron; / de Jaar en los campos, la encontramos. / Entremos en la tienda del Señor / y a sus pies, adorémoslo, postrados. R/.


• Tus sacerdotes, vístanse de gala; / tus fieles, jubilosos, lancen gritos. / Por amor a David, tu servidor, / no apartes la mirada de tu ungido. R/.

• Esto es así, porque el Señor / ha elegido a Sion como morada: / “Aquí está mi reposo para siempre; / porque así me agradó, será mi casa”. R/.

 

SEGUNDA LECTURA

De la Primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 15, 54-57

Hermanos: Cuando nuestro ser corruptible y mortal se revista de incorruptibilidad e inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra de la Escritura: La muerte ha sido aniquilada por la victoria. ¿Dónde está, muerte, tu victoria? ¿Dónde está, muerte, tu aguijón? El aguijón de la muerte es el pecado y la fuerza del pecado es la ley. Gracias a Dios, que nos ha dado la victoria por nuestro Señor Jesucristo.

 

Palabra de Dios.

EVANGELIO

Del santo Evangelio según san Lucas 11, 27-28

En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a la multitud, una mujer del pueblo, gritando, le dijo: “¡Dichosa la mujer que te llevó en su seno y cuyos pechos te amamantaron!”. Pero Jesús le respondió: “Dichosos todavía más los que escuchan la Palabra de Dios y la ponen en práctica”.

Palabra del Señor.

 

 

LECTIO DIVINA

PARA MEDITAR

La fiesta de hoy, con sus cantos, oraciones y lecturas, quiere contagiarnos esperanza y optimismo. Necesitamos fiestas de estas, porque la imagen de “comunidad en marcha y en lucha que nos da el Apocalipsis de fines del primer siglo sigue siendo actual también en nuestros tiempos y en la historia personal de cada cristiano. No nos resulta fácil el camino de la fidelidad a Dios.

La Asunción es un grito de fe en que es posible la salvación y la felicidad: que va en serio el programa liberador de Dios. Es una respuesta a los pesimistas, que todo lo ven negro. Es una respuesta al hombre materialista, que no ve más que los factores económicos o sensuales: algo está presente en nuestro mundo que trasciende nuestras fuerzas y que lleva más allá. Es la prueba de que el destino del hombre no es la muerte, sino la vida, y que es toda la persona humana, corporeidad y espíritu, la que está destinada a la vida, subrayando también la dignidad y el futuro de nuestro cuerpo.

● Cada Eucaristía nos acerca a nuestra asunción. Cada vez que participamos en la Eucaristía, dirigimos a Dios nuestro canto de alabanza, inspirado en el Magnificat de María, que se ha convertido en el canto gozoso de liberación de tantas personas y pueblos que sufren en nuestro mundo, por motivos políticos o económicos. Los que se sienten oprimidos elevan, con María, su canto al Dios que derriba a los poderosos y que enaltece a los humildes. Por otra parte, en la Eucaristía recibimos como alimento el Cuerpo y la Sangre del Señor resucitado, que nos aseguró: “Quien come mi Carne y bebe mi Sangre, tiene vida eterna y yo le resucitaré el último día”. La Eucaristía es como la semilla y la garantía de la vida inmortal para los seguidores de Jesús.

PARA REFLEXIONAR

¿Es nuestra oración un reconocimiento de la acción de Dios en nuestra vida? María es presentada como la creyente en la Palabra del Señor. ¿Cuánto tiempo dedicamos a escuchar la Palabra de Dios?

ORACIÓN FINAL

Señor Jesús, tú que nos abriste el camino de la vida con tu resurrección, ayúdanos a vivir el modelo de santidad que tenemos en María, madre tuya y nuestra. Amén.


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