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Pan de la Palabra


19 Enero 2024

  • Feria – Semana 2ª del tiempo Ordinario
  • Verde
  • Santos Mario, Marta, Audifaz y Abaco

PRIMERA LECTURA

Del Primer libro de Samuel 24, 3-21

En aquellos días, Saúl tomó consigo tres mil hombres valientes de todo Israel y marchó en busca de David y su gente, en dirección de las rocas llamadas “las Cabras Monteses”, y llegó hasta donde había un redil de ganado, junto al camino. Había allí una cueva, y Saúl entró en ella para satisfacer sus necesidades. David y sus hombres estaban sentados en el fondo de la cueva. Ellos le dijeron: “Ha llegado el día que te anunció el Señor, cuando te hizo esta promesa: ‘Pondré a tu enemigo entre tus manos, para que hagas con él lo que mejor te parezca’”. David se levantó sin hacer ruido y cortó la punta del manto de Saúl. Pero a David le remordió la conciencia por haber cortado el manto de Saúl y dijo a sus hombres: “Dios me libre de levantar la mano contra el rey, porque es el ungido del Señor”. Con estas palabras contuvo David a sus hombres y no les permitió atacar a Saúl. Saúl salió de la cueva y siguió su camino.

David salió detrás de él y le gritó: “Rey y señor mío”. Y cuando Saúl miró hacia atrás, David le hizo una gran reverencia, inclinando la cabeza hasta el suelo, y le dijo: “¿Por qué haces caso a la gente que dice: ‘David trata de hacerte mal’? Date cuenta de que hoy el Señor te puso en mis manos en la cueva y pude matarte, pero te perdoné la vida, pues me dije: ‘No alzaré mi mano contra el rey, porque es el ungido del Señor’. Mira la punta de tu manto en mi mano.

Yo la corté y no te maté. Reconoce, pues, que en mí no hay traición y que no he pecado contra ti. Tú, en cambio, andas buscando la ocasión de quitarme la vida. Que el Señor sea nuestro juez, y que Él me haga justicia. Yo no alzaré mi mano contra ti, porque como dice el antiguo proverbio: ‘Los malos obran mal’. ¿Contra quién has salido a guerrear, rey de Israel? ¿A quién persigues? A un perro muerto, a una pulga. Que el Señor sea el juez y nos juzgue a los dos.

Que Él examine mi causa y me libre de tu mano”. Cuando David terminó de hablar, Saúl le respondió: “¿Eres tú, David, hijo mío, quien así me habla?”. Saúl rompió a llorar, y levantando la voz, le dijo: “Tú eres más justo que yo, porque solo me haces el bien, mientras que yo busco tu mal. Hoy has demostrado conmigo tu gran bondad, pues el Señor me puso en tus manos, y tú no me has quitado la vida. ¿Qué hombre, que encuentra a su enemigo, le permite seguir su camino en paz? Que el Señor te recompense por lo que hoy has hecho conmigo. Ahora estoy cierto de que llegarás a ser rey y de que el reino de Israel se consolidará en tus manos”

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL
Salmo 56
R. Señor, apiádate de mí.

• Apiádate de mí, Señor, apiádate, / pues en ti me refugio; / me refugio a la sombra de tus alas / hasta que pase el infortunio. R/.


• Voy a clamar al Dios altísimo, / al Dios que me ha colmado de favores; / desde el cielo, su amor y su lealtad / me salvarán de mis perseguidores. R/.

• Señor, demuestra tu poder / y llénese la tierra de tu gloria; / pues tu amor es más grande que los cielos / y tu fidelidad las nubes toca. R/.

 

EVANGELIO

Del santo Evangelio según san Marcos 3, 13-19

En aquel tiempo, Jesús subió al monte, llamó a los que Él quiso, y ellos lo siguieron. Constituyó a doce para que se quedaran con Él, para mandarlos a predicar y para que tuvieran el poder de expulsar a los demonios. Constituyó entonces a los Doce: a Simón, al cual le impuso el nombre de Pedro; después, a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, a quienes dio el nombre de Boanergues, es decir “hijos del trueno”; a Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Simón el Cananeo y a Judas Iscariote, que después lo traicionó.

 

Palabra del Señor.

 

 

LECTIO DIVINA

PARA MEDITAR

 

La misión a la que hemos sido llamados y enviados por Jesús reclama nuestra entrega generosa, pero sin entenderla como una tarea de carácter y éxito personal, puesto que la obra es ante todo de Él que llama para estar con Él y para enviar a proclamar la Buena Noticia. Jesús es el primero y el más grande evangelizador, aun cuando necesita de la constitución del grupo de los Doce para abarcar a más personas con su mensaje y su autoridad sanadora y liberadora. 

 

En toda la obra evangelizadora de la comunidad eclesial se debe evidenciar claramente que el primado es siempre de Dios, que por la Palabra de Jesús quiso llamarnos a colaborar con Él, así como animarnos, capacitarnos e impulsarnos con su Espíritu. Por eso en toda la vida y misión de la Iglesia debe manifestarse siempre que la iniciativa es de Jesús, que llamó a los que él quiso y que es Él quien hace posible la proclamación alegre de tan Buena Noticia.

 

La convicción de ser llamados y enviados por Jesús nos permitirá conservar en todo tiempo y lugar la alegría, también en medio de una tarea tan exigente y desafiante puesto que para el bautizado esta misión toma su vida por entero, se lo pide todo, pero también le ofrece todo.

 

PARA REFLEXIONAR

 

¿Cómo puedo hacer entender a los creyentes que la novedad de la misión a la que Jesús nos llama implica necesariamente un desarraigo que nos lanza hacia los demás para su salvación?

¿Cómo ser luz para los que aun no han acogido la Buena Noticia de Dios en Jesucristo?

 

ORACIÓN FINAL

 

Padre, gracias porque Jesús llamó a los que Él quiso, para que se quedaran con Él y para enviarlos a proclamar; danos tu Espíritu Santo para acoger con gran alegría y desprendimiento su llamada, para abandonarlo todo e ir tras Él, para ser testigos de tu presencia en el mundo. Amén.

 

 


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