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Pan de la Palabra


12 Abril 2024

  • Feria – Semana 2ª de Pascua
  • Blanco
  • San Zenón de Verona

PRIMERA LECTURA

Del libro de los Hechos de los Apóstoles 5, 34-42

En aquellos días, un fariseo llamado Gamaliel, doctor de la ley y respetado por todo el pueblo, se levantó en el sanedrín, mandó que hicieran salir por un momento a los apóstoles y dijo a la asamblea: “Israelitas, piensen bien lo que van a hacer con esos hombres. No hace mucho surgió un tal Teudas, que pretendía ser un caudillo, y reunió unos cuatrocientos hombres. Fue ejecutado, dispersaron a sus secuaces y todo quedó en nada. Más tarde, en la época del censo, se levantó Judas el Galileo y muchos lo siguieron.

Pero también Judas pereció y se desbandaron todos sus seguidores. En el caso presente, yo les aconsejo que no se metan con esos hombres; suéltenlos. Porque si lo que se proponen y están haciendo es de origen humano, se acabará por sí mismo. Pero si es cosa de Dios, no podrán ustedes deshacerlo. No se expongan a luchar contra Dios”. Los demás siguieron su consejo: mandaron traer a los apóstoles, los azotaron, les prohibieron hablar en nombre de Jesús y los soltaron. Ellos se retiraron del sanedrín, felices de haber padecido aquellos ultrajes por el nombre de Jesús. Y todos los días enseñaban sin cesar y anunciaban el Evangelio de Cristo Jesús, tanto en el templo como en las casas.

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL
Salmo 26
R. El Señor es mi luz y mi salvación. Aleluya.

• El Señor es mi luz y mi salvación, / ¿a quién voy a tenerle miedo? / El Señor es la defensa de mi vida, / ¿quién podrá hacerme temblar? R/.


• Lo único que pido, lo único que busco, / es vivir en la casa del Señor toda mi vida, / para disfrutar las bondades del Señor / y estar continuamente en su presencia. R/.

• La bondad del Señor espero ver / en esta misma vida. / Ármate de valor y fortaleza / y en el Señor confía. R/.

 

EVANGELIO

Del santo Evangelio según san Juan 6, 1-15

En aquel tiempo, Jesús se fue a la otra orilla del mar de Galilea o lago de Tiberíades. Lo seguía mucha gente, porque habían visto las señales milagrosas que hacía curando a los enfermos. Jesús subió al monte y se sentó allí con sus discípulos. Estaba cerca la Pascua, festividad de los judíos. Viendo Jesús que mucha gente lo seguía, le dijo a Felipe: “¿Cómo compraremos pan para que coman estos?”. Le hizo esta pregunta para ponerlo a prueba, pues Él bien sabía lo que iba a hacer. Felipe le respondió: “Ni doscientos denarios de pan bastarían para que a cada uno le tocara un pedazo de pan”. Otro de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dijo: “Aquí hay un muchacho que trae cinco panes de cebada y dos pescados. Pero, ¿qué es eso para tanta gente?”. Jesús le respondió: “Díganle a la gente que se siente”.

En aquel lugar había mucha hierba. Todos, pues, se sentaron ahí; y tan solo los hombres eran unos cinco mil. Enseguida tomó Jesús los panes, y después de dar gracias a Dios, se los fue repartiendo a los que se habían sentado a comer. Igualmente les fue dando de los pescados, todo lo que quisieron. Después de que todos se saciaron, dijo a sus discípulos: “Recojan los pedazos sobrantes, para que no se desperdicien”. Los recogieron y con los pedazos que sobraron de los cinco panes llenaron doce canastos. Entonces la gente, al ver la señal milagrosa que Jesús había hecho, decía: “Este es, en verdad, el profeta que habría de venir al mundo”. Pero Jesús, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró de nuevo a la montaña, Él solo.

Palabra del Señor.

 

 

LECTIO DIVINA

PARA MEDITAR

 

El misterio de la Pascua de Jesús, relacionado con la multiplicación de los panes y peces hasta saciar, nos obliga a hacer experiencia de cómo Él no solo alimenta a los creyentes, sino que los conduce a la superación del tiempo, al olvido de toda prisa, a la superación de los cálculos matemáticos, a la percepción serena y liberadora de la caricia divina y a la afirmación de su ternura. Toda su Pascua es acción transformadora, que nos impulsa en cuanto creyentes a un proceso de crecimiento respecto al misterio de Dios.

 

El misterio de la Pascua de Jesús en la escena de la multiplicación se hace evidente a los ojos de los que comieron hasta quedar saciados. Pero su acción transformadora no siempre se puede ver ni demostrar, no siempre se puede evidenciar que toca la vida de los creyentes, que irrumpe en nuestras vidas, pero sabemos que ella cambia y renueva nuestra perspectiva de la existencia humana. Ella, por la acción del Espíritu Santo, cambia no solo las situaciones exteriores de nuestra vida, sino también las interiores, haciendo de nuestra comunidad un testigo creíble de la ternura divina.

 

PARA REFLEXIONAR

 

¿Qué nuevos gestos son necesarios para atraer a muchos a la comunión del pan partido que sacia toda hambre sumergiendo en la abundancia?

¿Cómo lograr que la comida compartida bajo el signo de la bendición de Dios sea signo de abundancia que libera del tiempo y del espacio?

 

ORACIÓN FINAL

 

Padre, gracias porque Jesús distribuyó el pan a los que estaban sentados, hasta que se saciaron. Gracias porque su Pascua es nuestra Pascua, es nuestro encuentro comunitario con su don, con su ternura y con tu mundo, en el cual no cuentan los cálculos matemáticos, sino el don y la caricia de Dios. Amén.

 


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