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Pan de la Palabra


08 Mayo 2024

  • Feria – Semana 6ª de Pascua
  • Blanco
  • San Víctor

PRIMERA LECTURA

Del libro de los Hechos de los Apóstoles 17, 15.22–18, 1

En aquellos días, los cristianos que ayudaron a Pablo a escapar de Berea, lo llevaron hasta la ciudad de Atenas. Pablo los envió de regreso con la orden de que Silas y Timoteo fueran a reunirse con él cuanto antes. Un día, mientras los esperaba en Atenas, Pablo sentía que la indignación se apoderaba de él, al contemplar la ciudad llena de ídolos. Entonces se presentó en el Areópago y dijo: “Atenienses: Por lo que veo, ustedes son en extremo religiosos. Al recorrer la ciudad y contemplar sus monumentos, encontré un altar con esta inscripción: ‘Al Dios desconocido’. Pues bien, yo vengo a anunciarles a ese Dios que ustedes veneran sin conocerlo.

El Dios que hizo el mundo y todo cuanto hay en él, siendo el Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por hombres, ni es servido por mano de hombres, como si necesitara de algo o de alguien; porque Él es quien da a todos vida, el aliento y cuanto tienen. De un solo hombre sacó todo el género humano para que habitara toda la tierra, determinó las épocas de su historia y estableció los límites de sus territorios. Dios quería que lo buscaran a Él y que lo encontraran, aunque fuera a tientas, pues en realidad no está lejos de nosotros, ya que en Él vivimos, nos movemos y somos. Como lo ha dicho alguno de los poetas de ustedes: ‘Somos de su mismo linaje’.

Por lo tanto, si somos linaje de Dios, no debemos pensar que Dios es como una imagen de oro, plata o mármol, labrada artísticamente por los hombres según su imaginación. Dios no tomó en cuenta la ignorancia de la gente en tiempos pasados, pues ahora quiere que todos los hombres se conviertan, porque tiene determinado un día en el cual ha de juzgar al universo con justicia, por medio de un hombre designado por Él, y ha dado a todos la prueba de esto, resucitándolo de entre los muertos”. Al oír hablar de la resurrección de los muertos, algunos se burlaron y otros dijeron: “De esto te oiremos hablar en otra ocasión”. Entonces Pablo se retiró. Sin embargo, algunos se adhirieron a Él y creyeron. Entre ellos se contaban Dionisio, el areopagita; una mujer, que se llamaba Dámaris, y algunos más. Después de esto, Pablo salió de Atenas y se fue a Corinto.

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL
Salmos 148
R. La gloria del Señor sobrepasa cielo y tierra. Aleluya.

• Alaben al Señor en las alturas, / alábenlo en el cielo; / que alaben al Señor todos sus ángeles, / celestiales ejércitos. R/.


• Reyes y pueblos todos de la tierra, / gobernantes y jueces de este mundo; / hombres, mujeres, jóvenes y ancianos, / alaben al Señor y denle culto. R/.

• El nombre del Señor alaben todos, / pues su nombre es excelso, / su gloria sobrepasa cielo y tierra / y ha hecho fuerte a su pueblo. R/.

• Que alaben al Señor todos sus fieles, / los hijos de Israel, / el pueblo que ha gozado siempre / de familiaridad con Él. R/.

 

EVANGELIO

Del santo Evangelio según san Juan 16, 12-15

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Aún tengo muchas cosas que decirles, pero todavía no las pueden comprender. Pero cuando venga el Espíritu de verdad, Él los irá guiando hasta la verdad plena, porque no hablará por su cuenta, sino que dirá lo que haya oído y les anunciará las cosas que van a suceder. Él me glorificará, porque primero recibirá de mí lo que les vaya comunicando. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso he dicho que tomará de lo mío y se lo comunicará a ustedes”.

Palabra del Señor.

 

 

LECTIO DIVINA

PARA MEDITAR

La presencia continua del Espíritu de la verdad en medio de la comunidad creyente genera en nosotros los discípulos del Resucitado una gran esperanza, una vida nueva y una comunión nueva con el Padre y con el Hijo, reflejo de su gloria y resultado de su anuncio. Desde esta perspectiva se nos representa esta comunidad como el espacio o lugar propio de la maduración de la vida cristiana con miras a que nuestro testimonio desvele ante el mundo el gran amor de Dios al hacerlo libres de todo miedo o temor a proclamar cuánto ha amado Dios al mundo.

 

El Espíritu de la verdad, además, entusiasma nuestra vida cristiana y nuestra misión de anunciar la Buena Noticia, pues sabemos que, desde lo más íntimo de la humanidad, Él siembra y hace fecunda la semilla de la Palabra de Dios; Él nos mueve a obrar permanentemente el bien; Él prepara a los oyentes para la acogida del Evangelio; Él fortalece nuestro testimonio creyente ante el mundo de modo que muchos puedan reconocer en él la presencia de Dios y su salvación.

 

PARA REFLEXIONAR

 

¿Cómo ser testigos de que dejarse guiar por el Espíritu de la verdad es caminar en la luz, en la justicia y en la verdad sin perder en absoluto la propia identidad, sino afirmándola?

¿Qué acciones cotidianas nuestras pueden ser más luminosas si son guiadas por el Espíritu Santo?

 

ORACIÓN FINAL

 

Padre, gracias porque podemos estar seguros y confiados en que el Espíritu de verdad nos irá guiando por el camino de la vida en la verdad plena. Danos siempre tu Espíritu para que no desfallezcamos por el camino, para no perder el sendero de la verdad y para ser testigos convincentes de tu amor al mundo. Amén.

 


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