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Pan de la Palabra


19 Junio 2024

  • Feria o Memoria libre – Semana 11ª del tiempo Ordinario
  • Verde / Blanco
  • San Romualdo, abad

PRIMERA LECTURA

Del Segundo libro de los Reyes 2, 1.6-14

Esto fue lo que sucedió cuando el Señor iba a arrebatar a Elías en un remolino hacia el cielo. Ese día Elías y Eliseo habían salido de Guilgal. Al llegar a Jericó, Elías le dijo a Eliseo: “Quédate aquí, porque el Señor me envía al Jordán”. Respondió Eliseo: “Por Dios y por tu vida que no te dejaré ir solo”. Y se fueron los dos juntos. Los acompañaban cincuenta hombres de la comunidad de los profetas, los cuales, al llegar Elías y Eliseo a la orilla del Jordán, se detuvieron a cierta distancia de ellos. Elías tomó su manto, lo enrolló y con él golpeó las aguas; estas se separaron a un lado y a otro, y ambos pasaron el río sin mojarse.

Después de cruzar, Elías le dijo a Eliseo: “Pídeme lo que quieras que haga por ti, antes de que sea arrebatado de tu lado”. Respondió Eliseo: “Que sea el heredero principal de tu espíritu”. Le dijo Elías: “Es difícil lo que pides; pero si alcanzas a verme, cuando sea arrebatado de tu lado, lo obtendrás; si no, no lo obtendrás”. Siguieron caminando y conversando, cuando un carro de fuego, con caballos de fuego, se interpuso entre ellos, y Elías subió al cielo en un remolino. Eliseo lo veía alejarse y le gritaba: “¡Padre mío, padre mío, carro y auriga de Israel!”.

Y ya no lo volvió a ver. Entonces se rasgó las vestiduras, recogió el manto que se le había caído a Elías, regresó y se detuvo en la orilla del Jordán. Tomó el manto de Elías y golpeó con él las aguas, y no se separaron. Entonces dijo: “¿Dónde está el Señor, el Dios de Elías?”. Volvió a golpear las aguas y entonces se separaron a un lado y a otro, y pasó Eliseo.

 

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL
Salmo 30
R. Amemos al Señor todos sus fieles.

• ¡Qué grande es la bondad que has reservado, / Señor, para tus fieles! / Con quien se acoge a ti, / Señor, ¡qué bueno eres! R/.


• Tu presencia lo ampara / de todas las intrigas de los hombres, / y lo pone a resguardo / de las burlas y las murmuraciones. R/.

• Que amen al Señor todos sus fieles, / pues protege a los leales / y a los soberbios da lo que merecen. R/.

 

 

EVANGELIO

Del santo Evangelio según san Mateo 6, 1-6.16-18

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Tengan cuidado de no practicar sus obras de piedad delante de los hombres, para que los vean. De lo contrario, no tendrán recompensa con su Padre celestial. Por lo tanto, cuando des limosna, no lo anuncies con trompeta, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, para que los alaben los hombres. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. En cambio, cuando tú des limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha, para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará. Cuando ustedes hagan oración, no sean como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea la gente. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa.

Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora ante tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará. Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como esos hipócritas que descuidan la apariencia de su rostro, para que la gente note que están ayunando. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que no sepa la gente que estás ayunando, sino tu Padre, que está en lo secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará”.

Palabra del Señor.

 

 

LECTIO DIVINA

PARA MEDITAR

 

Definitivamente Jesús nos reta a una experiencia de fe que exige una ruptura de mentalidad, una motivación que pide dar un salto significativo al obrar en beneficio propio o de los demás, porque ella implica actuar buscando que no sean vistas nuestras acciones piadosas a los ojos de los demás, sino solo a los ojos del Padre. La fe así expuesta, es una decisión que requiere la profundidad y la verdad de nuestra existencia, mediante nuestra resolución firme en favor del prójimo y de su bienestar, sin que ni él ni nadie lo sepa, sino solo el Padre.

 

La mirada del Padre, su recompensa y el actuar en secreto nos exigen, además, practicar una forma de amar en la que arriesgamos la libertad, pero en la que comenzamos a ser verdaderamente libres de la manera más concreta. Todo esto nos exige, desde la justicia mayor, una presencia en el mundo que apunta siempre a ganar, en el sentido de perderse para ganarse, perdernos para ganar la recompensa del Padre, perdernos para encontrarnos en la presencia del Padre.

 

PARA REFLEXIONAR

 

¿Qué acciones necesitamos realizar hoy en beneficio de los más desprotegidos sin necesidad de ser vistos por la sociedad, sino tan solo por la mirada misericordiosa de Dios Padre?

¿En qué medida estoy dispuesto a ser un servidor de todos en secreto, en lo escondido, por fe?

 

ORACIÓN FINAL

 

Padre, nos anima y sostiene saber que tú ves lo secreto que hacemos y que también nos recompensarás por pura generosidad. Danos tu Espíritu Santo para ser testigos ante el mundo de que seguir a Jesús es vivir la justicia mayor, actuar sirviendo y servir desapareciendo de las escenas públicas. Amén.

 


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