PRIMERA LECTURA
Del libro del profeta Nahum 2, 1.3; 3, 1-3.6-7
Ya viene por el monte el mensajero de buenas noticias, que anuncia la paz. Celebra tus fiestas, Judá, y cumple tus promesas, porque el malvado no te volverá a invadir, pues ha sido aniquilado. El Señor restaurará la viña de Jacob, que es el orgullo de Israel. Los invasores la habían devastado, habían destruido sus sarmientos. En cambio, ¡ay de ti, Nínive, ciudad sanguinaria, toda llena de mentiras y despojos, que no has cesado de robar! Escucha el chasquido de los látigos y el estrépito de las ruedas, los caballos que galopan, los carros que saltan y la caballería que avanza. Mira el llamear de las espadas y el centellear de las lanzas. Contempla la multitud de heridos y los montones de muertos, la interminable cantidad de cadáveres con los que uno se tropieza. Arrojaré inmundicias sobre ti, te deshonraré y te expondré a la vergüenza pública. Y todo el que te vea huirá de ti y dirá: “Nínive está destruida”. ¿Quién tendrá compasión de ti? ¿Dónde podré encontrar alguien que te consuele?
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
Dt 32
R. Yo doy la muerte y la vida.
• El día de su perdición se acerca / y su suerte se apresura, / porque el Señor defenderá a su pueblo / y tendrá compasión de sus siervos. R/.
• Miren que solo yo soy Dios / y no hay otro fuera de mí; / yo doy la muerte y la vida, / yo hiero y yo curo. R/.
• Cuando afile el relámpago de mi espada / y tome en mis manos la justicia, / yo me vengaré del enemigo / y le daré su merecido al adversario. R/.
EVANGELIO
Del santo Evangelio según san Mateo 16, 24-28
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “El que quiera venir conmigo, que renuncie a sí mismo, que tome su cruz y me siga. Pues el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí, la encontrará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero, si pierde su vida? ¿Y qué podrá dar uno a cambio para recobrarla? Porque el Hijo del hombre ha de venir rodeado de la gloria de su Padre, en compañía de sus ángeles, y entonces dará a cada uno lo que merecen sus obras. Yo les aseguro que algunos de los aquí presentes no morirán, sin haber visto primero llegar al Hijo del hombre como rey”.
Palabra del Señor.
LECTIO DIVINA
PARA MEDITAR
A decir verdad, la pregunta de Jesús sobre qué podrá dar a cambio el ser humano por su vida, puede y debe tener una respuesta afirmativa dependiendo de cómo lo miremos, pues siempre estará en nuestras manos la gran posibilidad del servicio a sus predilectos, el cuidado a la fragilidad en todos los ámbitos: familiar, local, social y mundial. Si nos comprometemos con determinación en favor de la fragilidad, será fácil dejar de lado nuestras búsquedas, afanes y deseos de superioridad y tranquilidad.
Si nos decidimos a responder de manera optimista, entonces el servicio cristiano siempre va en busca de un rostro, del rostro del sufriente, del que carga día a día su pesada cruz; si nos detenemos y miramos el rostro del hermano, encontraremos al Hijo del hombre viniendo hoy a nuestro encuentro; si nos detenemos y somos capaces de tocar su carne sufriente, descubriremos cómo el Mesías está demasiado cerca de nosotros; si nos acercamos y sentimos la proximidad, hasta podremos padecer la cruz del hermano, que tan solo se descubre sirviendo a las personas.
PARA REFLEXIONAR
¿Qué podemos dar no a cambio de nuestra vida, sino a cambio de una vida digna de tantos hijos amados del Padre que viven en condiciones de miseria y carencia de lo fundamental?
¿A quiénes podemos involucrar en el compromiso de dignificar la vida de los hijos de Dios?
ORACIÓN FINAL
Padre, queremos ser sinceros y reconocer que no podemos dar nada a cambio por nuestra vida, que el único esfuerzo digno y real es entregarnos como Jesús por los demás, por su calidad de vida, buscando su dignidad y el acceso a lo que más necesitan en el hoy de nuestra historia, por eso pedimos tu Espíritu Santo para actuar. Amén.
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