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Pan de la Palabra


31 Agosto 2024

  • Feria o B.V.M. – Semana 21ª del tiempo Ordinario
  • Verde / Blanco
  • San Ramón Nonato

PRIMERA LECTURA

De la Primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 1, 26-31

Hermanos: Consideren que, entre ustedes, los que han sido llamados por Dios, no hay muchos sabios, ni muchos poderosos, ni muchos nobles, según los criterios humanos. Pues Dios ha elegido a los ignorantes de este mundo, para humillar a los sabios; a los débiles del mundo, para avergonzar a los fuertes; a los insignificantes y despreciados del mundo, es decir, a los que no valen nada, para reducir a la nada a los que valen; de manera que nadie pueda presumir delante de Dios. En efecto, por obra de Dios, ustedes están injertados en Cristo Jesús, a quien Dios hizo nuestra sabiduría, nuestra justicia, nuestra santificación y nuestra redención. Por lo tanto, como dice la Escritura: El que se gloría, que se gloríe en el Señor.

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL
Salmo 32
R. En el Señor está nuestra esperanza.

•  Feliz la nación cuyo Dios es el Señor, / dichoso el pueblo que escogió por suyo. / Desde el cielo el Señor, atentamente, / mira a todos los hombres. R/.


• Cuida el Señor de aquellos que lo temen / y en su bondad confían; / los salva de la muerte / y en épocas de hambre les da vida. R/.

• En el Señor está nuestra esperanza, / pues Él es nuestra ayuda y nuestro amparo; / en el Señor se alegra el corazón / y en Él hemos confiado. R/.

 

EVANGELIO

Del santo Evangelio según san Mateo 25, 14-30

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: “El Reino de los Cielos se parece también a un hombre que iba a salir de viaje a tierras lejanas; llamó a sus servidores de confianza y les encargó sus bienes. A uno le dio cinco millones; a otro, dos; y a un tercero, uno, según la capacidad de cada uno, y luego se fue. El que recibió cinco millones fue enseguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos. En cambio, el que recibió un millón hizo un hoyo en la tierra y allí escondió el dinero de su señor. Después de mucho tiempo regresó aquel hombre y llamó a cuentas a sus servidores. Se acercó el que había recibido cinco millones y le presentó otros cinco, diciendo: ‘Señor, cinco millones me dejaste; aquí tienes otros cinco, que con ellos he ganado’.

Su señor le dijo: ‘Te felicito, siervo bueno y fiel. Puesto que has sido fiel en cosas de poco valor, te confiaré cosas de mucho valor. Entra a tomar parte en la alegría de tu señor’. Se acercó luego el que había recibido dos millones y le dijo: ‘Señor, dos millones me dejaste; aquí tienes otros dos, que con ellos he ganado’. Su señor le dijo: ‘Te felicito, siervo bueno y fiel. Puesto que has sido fiel en cosas de poco valor, te confiaré cosas de mucho valor. Entra a tomar parte en la alegría de tu señor’. Finalmente, se acercó el que había recibido un millón y le dijo: ‘Señor, yo sabía que eres un hombre duro, que quieres cosechar lo que no has plantado y recoger lo que no has sembrado. Por eso tuve miedo y fui a esconder tu millón bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo’. El Señor le respondió: ‘Siervo malo y perezoso. Sabías que cosecho lo que no he plantado y recojo lo que no he sembrado. ¿Por qué, entonces, no pusiste mi dinero en el banco para que, a mi regreso, lo recibiera yo con intereses? Quítenle el millón y dénselo al que tiene diez. Pues al que tiene se le dará y le sobrará; pero al que tiene poco, se le quitará aun eso poco que tiene. Y a este hombre inútil, échenlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y la desesperación’”.

Palabra del Señor.

 

 

LECTIO DIVINA

PARA MEDITAR

 

Ser creyentes en el Dios y Señor que confía y se goza en la capacidad de cada uno de los miembros de su comunidad implica tener el coraje de influir en todas las estructuras, de transformarlas para el bien de la sociedad y de la comunidad. Pero conscientes de que la estructura delimita y puede incluso guiar a la parálisis por sus exigencias al individuo hasta engendrar el miedo y la inactividad fecunda en él.

 

Sin embargo, la vivencia y celebración comunitaria de la confianza de Dios en cada uno y en todos permite que cada miembro participe, crezca y despliegue lo mejor de sí mismo según su propia capacidad; le urge a expresarse y convergir transformadoramente en el ámbito del entramado social y colectivo amplio. Esta seguridad (confianza o solidez) lo convierte en una persona que siempre convence, más que con razones (que pueden condenarlo), con todo su ser (cargado de dones ganados, alegremente presentados a los ojos del Señor y de los demás) de modo que sus razones son decisivas y contundentes: aquí tienes lo que gané.

 

PARA REFLEXIONAR

 

¿Cómo ayudar a los miembros de la comunidad y de la sociedad a hacer fructificar lo mejor de sí mismos, los dones recibidos de Dios para el enriquecimiento de todos en gozo y alegría?

¿Qué tipo de personas hallo en el entorno que no logran descubrir al Dios de la confianza?

 

ORACIÓN FINAL

 

Padre, concédenos tu Espíritu Santo para ser fieles en cosas de poco valor y entrar a tomar parte en la alegría de nuestro Señor; que los miedos y falsos conceptos sobre tu actuar no nos paralicen, sino que convencidos de tu bondad actuemos con valentía en la obra de hacer fructificar tus dones. Amén.

 


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