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Pan de la Palabra


25 Febrero 2025

  • Feria – Semana 7ª del tiempo Ordinario
  • Verde
  • San Tarasio

PRIMERA LECTURA

Del libro del Eclesiástico (Sirácide) 2, 1-11

Hijo mío, si te propones servir al Señor, prepárate para la prueba; mantén firme el corazón y sé valiente; no te asustes en el momento de la adversidad. Pégate al Señor y nunca te desprendas de Él, para que seas recompensado al fin de tus días. Acepta todo lo que te sobrevenga, y en los infortunios ten paciencia, pues el oro se purifica con el fuego y el hombre a quien Dios ama, en el crisol del sufrimiento. Confíate al Señor y Él cuidará de ti; espera en Él y te allanará el camino. Los que temen al Señor, esperen en su misericordia; no se alejen de Él y no caerán. Los que temen al Señor, confíen en Él, porque no los dejará sin recompensa. Los que temen al Señor, esperen sus beneficios, su misericordia y la felicidad eterna. Miren a sus antepasados y comprenderán. ¿Quién confió en el Señor y quedó defraudado? ¿Quién perseveró en su santo temor y fue abandonado? ¿Quién lo invocó y fue desatendido? El Señor es clemente y misericordioso; Él perdona los pecados y salva en el tiempo de la tribulación.

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL
Salmo 36
R. Pon tu vida en las manos del Señor.

• Pon tu esperanza en Dios, practica el bien / y vivirás tranquilo en esta tierra. / Busca en Él tu alegría / y te dará el Señor cuanto deseas. R/.


• Cuida el Señor la vida de los buenos / y su herencia perdura; / no se marchitarán en la sequía / y en tiempos de escasez tendrán hartura. R/.

• Apártate del mal, practica el bien / y tendrás una casa eternamente; / porque al Señor le agrada lo que es justo / y vela por sus fieles; / en cambio, a los injustos / los borrará de la tierra para siempre. R/.

• La salvación del justo es el Señor; / en la tribulación Él es su amparo; / a quien en Él confía, Dios lo salva / de los hombres malvados. R/.

 

EVANGELIO

Del santo Evangelio según san Marcos 9, 30-37

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos atravesaban Galilea, pero Él no quería que nadie lo supiera, porque iba enseñando a sus discípulos. Les decía: “El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres; le darán muerte, y tres días después de muerto, resucitará”. Pero ellos no entendían aquellas palabras y tenían miedo de pedir explicaciones. Llegaron a Cafarnaún, y una vez en casa, les preguntó: “¿De qué discutían por el camino?”. Pero ellos se quedaron callados, porque en el camino habían discutido sobre quién de ellos era el más importante. Entonces Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo: “Si alguno quiere ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos”. Después, tomando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: “El que reciba en mi nombre a uno de estos niños, a mí me recibe. Y el que me reciba a mí, no me recibe a mí, sino a Aquel que me ha enviado”.

Palabra del Señor.

 

 

LECTIO DIVINA

PARA MEDITAR

 

No es sencillo exponer qué significa prepararse para la prueba. Como los discípulos de Jesús, no entendemos y nos da miedo pedir explicaciones. Aun así, podemos intuir desde la fe que incluye, para nosotros los creyentes, no buscar gratificaciones emotivas ni privilegios en el servicio al Señor; no ceder ante la tentación de las costumbres que el mundo nos ofrece, tal como debieron haber sido una tentación para los creyentes de entonces las costumbres del mundo griego. 


Vencer la prueba es también no solicitar cómodos consuelos o prestaciones por nuestro servicio, porque acercarnos a servir al Señor no consiste en la búsqueda de una alegría sensible, sino en mantenernos firmes en la fe buscando a Dios, incluso cuando Él nos desilusiona, se esconde, desaparece en la noche o nos asegura el camino de la cruz. Es resistir, permanecer allí, firmes en nuestro sitio sin desistir, sin ceder al cansancio, afincados en la voluntad de Dios, en la fidelidad de un amor dispuesto a aceptar cualquier prueba, incluida la más dolorosa: la cruz. 


PARA REFLEXIONAR 


La sabiduría es un espíritu eterno, ¿cómo presentar sus exhortaciones a la fidelidad en medio de la adversidad, la prueba y las múltiples tentaciones que el mundo pone ante nosotros?
¿Qué gestos podemos ofrecer a los muchos que quieren vivir según la sabiduría de Dios?


ORACIÓN FINAL 


Padre, por la intercesión de tu Espíritu Santo, preparamos nuestra vida creyente para la prueba. Con Él salimos vencedores ante cualquier tentación y provocación del mundo del consumismo y del entretenimiento. Por lo tanto, queremos que la Palabra de la cruz de Jesús sea nuestra fuerza y redención. Amén.



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