PRIMERA LECTURA
Del libro del Eclesiástico (Sirácide) 4, 12-22
La sabiduría instruye a sus hijos y cuida de aquellos que la buscan. El que ama la sabiduría, ama la vida; el que madruga para encontrarla, será colmado de gozo, el que la abraza, heredará la gloria y recibirá la bendición del Señor en todo lo que emprenda. Los que sirven a la sabiduría, sirven al Señor, que es santo, y el Señor ama a aquellos que la aman. Quien la escucha, juzgará con rectitud; quien le hace caso, vivirá tranquilo. El que confía en ella, llegará a poseerla y la dejará en herencia a sus descendientes. Al principio, la sabiduría lo llevará por caminos sin rumbo y lo atormentará con sustos y temores, lo hará sufrir con la conducta que le impone, la sabiduría lo conducirá gozoso por el camino recto y lo pondrá a prueba con sus órdenes. Pero, una vez que la acepte de corazón, y le revelará sus secretos; pero si él no le hace caso, ella lo abandonará y lo dejará seguir su camino de perdición.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
Salmo 118
R. Quienes aman tus leyes, de inmensa paz disfrutan
• Quienes aman tus leyes, de inmensa paz disfrutan; / para ellos no hay tropiezos. / Observo tus mandatos, obedezco tus órdenes; / tú conoces mi vida. R/.
• Brotarán de mis labios, Señor, tus alabanzas, / pues tu ley me enseñaste. / En honor de tus leyes entonaré cantares, / porque todas son justas. R/.
• De ti, Señor, con ansias deseo mi salvación; / tu ley es mi deleite. / Que sólo viva yo, Señor, para alabarte / y que tu ley me ayude. R/.
EVANGELIO
Del santo Evangelio según san Marcos 9, 38-40
En aquel tiempo, Juan le dijo a Jesús: “Hemos visto a uno que expulsaba a los demonios en tu nombre, y como no es de los nuestros, se lo prohibimos”. Pero Jesús le respondió: “No se lo prohíban, porque no hay ninguno que haga milagros en mi nombre, que luego sea capaz de hablar mal de mí. Todo aquel que no está contra nosotros, está a nuestro favor”.
Palabra del Señor.
LECTIO DIVINA
PARA MEDITAR
Aunque en nuestra cultura latinoamericana la palabra “amante” posee una connotación muy negativa, conviene, al menos para nuestra meditación, mirarla desde la perspectiva del que “ama continuamente”. Descubriremos asombrados que el amante hace experiencia de correspondencia a su amor, que el Señor lo ama, que cuenta con la gracia de saberse, sentirse y existir siendo amado. También comprobaremos que ser amante de la sabiduría lo eleva como hijo suyo. Al madrugar para encontrarla, quedará lleno de alegría, heredará la gloria y contará con la bendición de Dios continuamente, en todo lugar.
Amar la sabiduría es descubrir la mirada amorosa del Señor como presencia que posibilita el contacto de lo humano con lo divino. Asimismo, permite que nuestra mirada sea cada vez más una mirada amante de los muchos rostros que requieren nuestro compromiso. A través de la sabiduría divina y nuestra correspondiente acción amorosa, construyamos un mundo cada vez más humano, más familiar y habitable, uno que no le dé la espalda al pobre.
PARA REFLEXIONAR
¿En qué medida estamos comunicando la sabiduría de Dios que ama a quien la ama, que corresponde generosamente a los que se acogen a sus exhortaciones y viven según su espíritu?
¿Cómo revelar al ser humano el amor de Dios a través de su eterna y amante sabiduría?
ORACIÓN FINAL
Padre, con la sabiduría de tu Espíritu Santo enséñanos a proclamar con entusiasmo que tú amas a todo el que ama la sabiduría divina. Que comprendamos que en Jesús la has hecho visible a través de su entrega y su atención a los más necesitados. Que comuniquemos esta sabiduría con alegría y con obras que revelen tu amor. Amén.
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