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Pan de la Palabra


01 Abril 2025

  • Feria – Semana 4ª de Cuaresma
  • Morado
  • San Hugo de Grenoble

PRIMERA LECTURA

Del libro del profeta Ezequiel 47, 1-9.12

En aquellos tiempos, un hombre me llevó a la entrada del templo. Por debajo del umbral manaba agua hacia el oriente, pues el templo miraba hacia el oriente, y el agua bajaba por el lado derecho del templo, al sur del altar. Luego me hizo salir por el pórtico del Norte y dar la vuelta hasta el pórtico que mira hacia el oriente, y el agua corría por el lado derecho. Aquel hombre salió hacia el oriente, y con la cuerda que tenía en la mano, midió quinientos metros y me hizo atravesar por el agua, que me daba a los tobillos. Midió otros quinientos metros y me hizo pasar; el agua me daba a las rodillas. Midió quinientos más y me hizo cruzar; el agua me daba a la cintura. Era ya un torrente que yo no podía vadear, pues habían crecido las aguas y no se tocaba el fondo. Entonces me dijo: “¿Has visto, hijo de hombre?”.

Después me hizo volver a la orilla del torrente, y al mirar hacia atrás, vi una gran cantidad de árboles en una y otra orilla. Aquel hombre me dijo: “Estas aguas van hacia la región oriental; bajarán hasta el Arabá, entrarán en el mar de aguas saladas y lo sanearán. Todo ser viviente que se mueva por donde pasa el torrente, vivirá; habrá peces en abundancia, porque los lugares a donde lleguen estas aguas quedarán saneados y por dondequiera que el torrente pase, prosperará la vida. En ambas márgenes del torrente crecerán árboles frutales de toda especie, de follaje perenne e inagotables frutos. Darán frutos nuevos cada mes, porque los riegan las aguas que manan del santuario. Sus frutos servirán de alimento y sus hojas, de medicina”.

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL
Salmo 45
R. Con nosotros está Dios, el Señor.

• Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza, / quien en todo peligro nos socorre. / Por eso no tememos, aunque tiemble, / y aunque al fondo del mar caigan los montes. R/.


• Un río alegra a la ciudad de Dios, / su morada el Altísimo hace santa. / Teniendo a Dios, Jerusalén no teme, / porque Dios la protege desde el alba. R/.

• Con nosotros está Dios, el Señor; / es el Dios de Israel nuestra defensa. / Vengan a ver las cosas sorprendentes / que ha hecho el Señor sobre la tierra. R/.

 

EVANGELIO

Del santo Evangelio según san Juan 5, 1-3a.5-16

Era un día de fiesta para los judíos, cuando Jesús subió a Jerusalén. Hay en Jerusalén, junto a la puerta de las ovejas, una piscina llamada Betesda en hebreo, con cinco pórticos, bajo los cuales, yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos. Entre ellos estaba un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo. Al verlo ahí tendido y sabiendo que ya llevaba mucho tiempo en tal estado, Jesús le dijo: “¿Quieres curarte?”. Le respondió el enfermo: “Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se agita el agua.

Cuando logro llegar, ya otro ha bajado antes que yo”. Jesús le dijo: “Levántate, toma tu camilla y anda”. Al momento el hombre quedó curado, tomó su camilla y se puso a andar. Aquel día era sábado. Por eso los judíos le dijeron al que había sido curado: “No te es lícito cargar tu camilla”. Pero él contestó: “El que me curó me dijo: ‘Toma tu camilla y anda’”. Ellos le preguntaron: “¿Quién es el que te dijo: ‘Toma tu camilla y anda’?”.

Pero el que había sido curado no lo sabía, porque Jesús había desaparecido entre la muchedumbre. Más tarde lo encontró Jesús en el templo y le dijo: “Mira, ya quedaste sano. No peques más, no sea que te vaya a suceder algo peor”. Aquel hombre fue y les contó a los judíos que el que lo había curado era Jesús. Por eso los judíos perseguían a Jesús, porque hacía estas cosas en sábado.

Palabra del Señor.

 

 

LECTIO DIVINA

PARA MEDITAR

 

El espíritu cuaresmal nos lleva a meditar cómo el Evangelio nunca fue pensado para la persona, como concepto abstracto, sino que es un mensaje salvador que la comunidad cristiana proclama a cada persona, que es real, concreta, histórica, y está inserta y ubicada en una situación particular; además, está marcada por las diversas y hasta determinantes dinámicas psicológicas, sociales, culturales, políticas y religiosas. Nos debe animar actuar al saber que la Palabra afirma que todas estas realidades y cada una de las personas concretas han sido injertadas y comprendidas en el misterio de la redención, en el misterio de la Pascua que actualizaremos al final de esta Cuaresma. 


La presencia del Dios de la vida nos asegura la Palabra. Esto genera un maravilloso movimiento semejante a un torrente de agua viva que sana la vida, que fluye, y a su paso hace fecundo todo lo que encuentra. Así, podemos imaginar también la fe, que no es un proceso lineal, sino dinámico que participa en el desarrollo de la persona. Esto, a su vez, influye en el camino y la vida de comunidad. 


PARA REFLEXIONAR 


La vida de muchos está enferma, ¿cómo acercarnos a ellos invadidos por el torrente de agua que brota de la fuente pascual, para hacerlos partícipes de la vida divina que los sana y salva?
La vida que recibimos nos sana y salva, ¿ella nos lleva a quienes se ven privados de la gracia?


ORACIÓN FINAL 


Padre, animados y sostenidos por tu Espíritu Santo, queremos también nosotros ver salir agua del Templo; deseamos ser testigos de que de él brota un agua que da vida y fertilidad. Que nuestro encuentro con Jesús nos sane, nos libere y nos lleve a testimoniar cómo su Palabra nos rescató para siempre. Amén.

 


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