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Pan de la Palabra


17 Abril 2025

  • MISA VESPERTINA DE LA CENA DEL SEÑOR
  • Blanco
  • JUEVES SANTO

PRIMERA LECTURA

Del libro del Éxodo 12, 1-8.11-14

En aquellos días, el Señor les dijo a Moisés y a Aarón en tierra de Egipto: “Este mes será para ustedes el primero de todos los meses y el principio del año. Díganle a toda la comunidad de Israel: ‘El día diez de este mes, tomará cada uno un cordero por familia, uno por casa. Si la familia es demasiado pequeña para comérselo, que se junte con los vecinos y elija un cordero adecuado al número de personas y a la cantidad que cada cual pueda comer. Será un animal sin defecto, macho, de un año, cordero o cabrito. Lo guardarán hasta el día catorce del mes, cuando toda la comunidad de los hijos de Israel lo inmolará al atardecer. Tomarán la sangre y rociarán las dos jambas y el dintel de la puerta de la casa donde vayan a comer el cordero. Esa noche comerán la carne, asada a fuego; comerán panes sin levadura y hierbas amargas.

Comerán así: con la cintura ceñida, las sandalias en los pies, un bastón en la mano y a toda prisa, porque es la Pascua, es decir, el paso del Señor. Yo pasaré esa noche por la tierra de Egipto y heriré a todos los primogénitos del país de Egipto, desde los hombres hasta los ganados. Castigaré a todos los dioses de Egipto, yo, el Señor. La sangre les servirá de señal en las casas donde habitan ustedes. Cuando yo vea la sangre, pasaré de largo y no habrá entre ustedes plaga exterminadora, cuando hiera yo la tierra de Egipto. Ese día será para ustedes un memorial y lo celebrarán como fiesta en honor del Señor. De generación en generación celebrarán esta festividad, como institución perpetua’”.

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL
Salmo 115
R. Gracias, Señor, por tu sangre que nos lava.

• ¿Cómo le pagaré al Señor / todo el bien que me ha hecho? / Levantaré el cáliz de salvación / e invocaré el nombre del Señor. R/.


• A los ojos del Señor es muy penoso / que mueran sus amigos. / De la muerte, Señor, me has librado, / a mí, tu esclavo e hijo de tu esclava. R/.

• Te ofreceré con gratitud un sacrificio / e invocaré tu nombre. / Cumpliré mis promesas al Señor / ante todo su pueblo. R/.

 

SEGUNDA LECTURA

De la Primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 11, 23-26

Hermanos: Yo recibí del Señor lo mismo que les he transmitido: que el Señor Jesús, la noche en que iba a ser entregado, tomó pan en sus manos, y pronunciando la acción de gracias, lo partió y dijo: “Esto es mi cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía”. Lo mismo hizo con el cáliz después de cenar, diciendo: “Este cáliz es la Nueva Alianza que se sella con mi sangre. Hagan esto en memoria mía siempre que beban de él”. Por eso, cada vez que ustedes comen de este pan y beben de este cáliz, proclaman la muerte del Señor, hasta que vuelva.

Palabra de Dios.

 

EVANGELIO

Del santo Evangelio según san Juan 13, 1-15

Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre y habiendo amado a los suyos, que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo. En el transcurso de la cena, cuando ya el diablo había puesto en el corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, la idea de entregarlo, Jesús, consciente de que el Padre había puesto en sus manos todas las cosas y sabiendo que había salido de Dios y a Dios volvía, se levantó de la mesa, se quitó el manto y tomando una toalla, se la ciñó; luego echó agua en una jofaina y se puso a lavarles los pies a los discípulos y a secárselos con la toalla que se había ceñido. Cuando llegó a Simón Pedro, este le dijo: “Señor, ¿me vas a lavar tú a mí los pies?”. Jesús le replicó: “Lo que estoy haciendo tú no lo entiendes ahora, pero lo comprenderás más tarde”.

Pedro le dijo: “Tú no me lavarás los pies jamás”. Jesús le contestó: “Si no te lavo, no tendrás parte conmigo”. Entonces le dijo Simón Pedro: “En ese caso, Señor, no solo los pies, sino también las manos y la cabeza”. Jesús le dijo: “El que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, porque todo él está limpio. Y ustedes están limpios, aunque no todos”. Como sabía quién lo iba a entregar, por eso dijo: “No todos están limpios”. Cuando acabó de lavarles los pies, se puso otra vez el manto, volvió a la mesa y les dijo: “¿Comprenden lo que acabo de hacer con ustedes? Ustedes me llaman Maestro y Señor, y dicen bien, porque lo soy. Pues si yo, que soy el Maestro y el Señor, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies los unos a los otros. Les he dado ejemplo, para que lo que yo he hecho con ustedes, también ustedes lo hagan”.

Palabra del Señor.

 

 

LECTIO DIVINA

PARA MEDITAR

 

¿Qué imagen podría expresar hoy nuestra urgencia de amar hasta el extremo, tal como lo hizo Jesús? Tratemos de elaborarla para inspirar nuestra meditación y nuestras acciones a ejemplo de Él. 
Ahora bien, hay muchas personas a nuestro alrededor, y cada una de ellas es portadora de una mirada. Esta mirada observa nuestros modos de existir y estilos de vida, buscando descubrir lo esencial que nos define como discípulos de Jesús. Es una mirada que encuentra en nuestro actuar cotidiano las huellas de un amor que supera todo lo conocido; un amor que habla elocuentemente de lo absoluto, de lo pleno y lo extremo; el amor de una persona que no conoce límites en su entrega amorosa y oblativa: Jesús. 


Esta mirada escudriña una forma de existir que se mantenga con los pies en la tierra, pero que se cifre en lo absoluto y sea signo que remite a alguien sin comparación: Jesús. Es una mirada que indaga, asombrada, que este mundo y las cosas que le pertenecen son la morada del Dios encarnado. Por su presencia y entrega, todo lo creado fue mirado, transformado y trascendido, convirtiendo al mundo en un lugar en donde se puede encontrar al que no solo ama, sino que ama hasta el extremo, como nadie más: Jesús.


PARA REFLEXIONAR 


¿Qué distintivo nos revela como amados de Dios con carácter absoluto? ¿Cómo podemos ejercer el ministerio del amor sin hacer distinciones, amando incluso a los que han decidido entregarnos? ¿Qué acciones emprender para mostrar que el amor de Dios es algo tangible?


ORACIÓN FINAL 


Padre, en este día te pedimos la intercesión de tu Espíritu Santo para ser animados por Él y nos capacite a amar hasta el extremo, como Jesús nos amó en su entrega hasta la muerte. Haz de nosotros una comunidad discipular que testifique y proclame tu presencia amorosa cada día de nuestra vida. Amén.


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