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Pan de la Palabra


06 Junio 2025

  • Feria o Memoria libre – Semana 7ª de Pascua
  • Blanco
  • San Norberto

PRIMERA LECTURA

Del libro de los Hechos de los Apóstoles 25, 13-21

En aquellos días, el rey Agripa y Berenice llegaron a Cesarea para saludar a Festo. Como se detuvieron algún tiempo allí, Festo expuso al rey el caso de Pablo con estas palabras: “Tengo aquí un preso que me dejó Félix, cuya condenación me pidieron los sumos sacerdotes y los ancianos de los judíos, cuando estuve en Jerusalén. Yo les respondí que no era costumbre romana condenar a ningún hombre, sin carearlo antes con sus acusadores, para darle la oportunidad de defenderse de la acusación.

Vinieron conmigo a Cesarea, y sin dar largas al asunto, me senté en el tribunal al día siguiente y mandé que compareciera ese hombre. Los acusadores que se presentaron contra él, no le hicieron cargo ninguno de los delitos que yo sospechaba. Se trataba solo de ciertas discusiones acerca de su religión y de un tal Jesús, ya muerto, que Pablo asegura que está vivo. No sabiendo qué determinación tomar, le pregunté a Pablo si quería ir a Jerusalén para que se le juzgara allá de esos cargos; pero como él pidió ser juzgado por el César, ordené que siguiera detenido hasta que yo pudiera enviárselo”.

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL
Salmo 102
R. Bendigamos al Señor, que es el rey del universo. Aleluya.

• Bendice al Señor, alma mía, / que todo mi ser bendiga su santo nombre. / Bendice al Señor, alma mía, / y no te olvides de sus beneficios. R/.


• Como desde la tierra hasta el cielo, / así es de grande su misericordia; / como dista el Oriente del ocaso, / así aleja de nosotros nuestros delitos. R/.


• En el cielo el Señor puso su trono / y su reino abarca el universo. / Bendigan al Señor todos los ángeles, / ejecutores fieles de sus órdenes. R/.

 

EVANGELIO

Del santo Evangelio según san Juan 21, 15-19

En aquel tiempo, le preguntó Jesús a Simón Pedro: “Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?”. Él le contestó: “Sí, Señor, tú sabes que te quiero”. Jesús le dijo: “Apacienta mis corderos”. Por segunda vez le preguntó: “Simón, hijo de Juan, ¿me amas?”. Él respondió: “Sí, Señor, tú sabes que te quiero”. Jesús le dijo: “Pastorea mis ovejas”. Por tercera vez le preguntó: “Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?”. Pedro se entristeció de que Jesús le hubiera preguntado por tercera vez si lo quería, y le contestó: “Señor, tú lo sabes todo; tú bien sabes que te quiero”. Jesús le dijo: “Apacienta mis ovejas. Yo te aseguro: Cuando eras joven, tú mismo te ceñías la ropa e ibas a donde querías; pero cuando seas viejo, extenderás los brazos y otro te ceñirá y te llevará a donde no quieras”. Esto se lo dijo para indicarle con qué género de muerte habría de glorificar a Dios. Después le dijo: “Sígueme”.

Palabra del Señor.

 

 

LECTIO DIVINA

PARA MEDITAR

 

La Pascua nos revela la importancia de nuestra decidida afirmación de la resurrección de Jesús, mediante la cual debemos y queremos impregnar la totalidad del mundo de los seres humanos. Esta proclamación implica, desde el primer momento, abordar un mundo habitado por diversos actores y culturas con el mensaje de la salvación. Esto, además, es la consecuencia de nuestra conquista de una identidad creyente y cristiana por relación unitiva con el misterio de Jesús, que se expresa en una grandiosa afirmación de originalidad y de solidaridad inalcanzable para quienes la desconocen o ignoran.

 

Qué bueno ser partícipes de cómo se da nuestra configuración con el misterio de la persona de Jesús resucitada por relación y afirmación: Él vive, está resucitado. Y es aquí donde se perfila el amor de Dios que irrumpe en toda la existencia de las personas que lo proclamamos, convirtiéndose, por una parte, en una ruptura original y única respecto a nuestro entorno, por otra, en una singularidad afirmativa y creadora, que quienes no han conocido no pueden comprender.

 

PARA REFLEXIONAR

 

Hay que proclamar siempre, pero ¿cómo aprovechamos las oportunidades cuando estamos en presencia de los que aún no conocen de la resurrección de Jesús?

¿A quiénes debemos llevar hoy la Buena Noticia de la salvación aun cuando sepamos de antemano de su posible rechazo?

 

ORACIÓN FINAL

 

Padre, gracias porque tu Espíritu Santo nos enseña que lo que muchos consideran tan solo cuestiones acerca de un tal Jesús que ha muerto, del cual Pablo afirmaba que vive, otros van siendo agregados al número de los salvados por la escucha de los testigos que proclaman en todo tiempo y lugar. Amén.

 


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