Logo San Pablo

Pan de la Palabra


29 Julio 2025

  • Memoria obligatoria – Semana 17ª del tiempo Ordinario
  • Blanco
  • SANTOS MARTA, MARÍA Y LÁZARO

PRIMERA LECTURA

De la Primera carta del apóstol san Juan 4, 7-16

Queridos hijos: Amémonos los unos a los otros, porque el amor viene de Dios y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama, no conoce a Dios, porque Dios es amor. El amor que Dios nos tiene, se ha manifestado en que envió al mundo a su Hijo unigénito para que vivamos por Él. El amor consiste en esto: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó primero y nos envió a su Hijo, como víctima de expiación por nuestros pecados. Si Dios nos ha amado tanto, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros.

A Dios nadie lo ha visto nunca; pero si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece en nosotros y su amor en nosotros es perfecto. En esto conocemos que permanecemos en Él, y Él en nosotros: en que nos ha dado su Espíritu. Nosotros hemos visto y de ello damos testimonio, que el Padre envió a su Hijo como salvador del mundo. Quien confiesa que Jesús es el Hijo de Dios, permanece en Dios y Dios en Él. Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en ese amor. Dios es amor y quien permanece en el amor, permanece en Dios y Dios en él.

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL
Salmo 33
R. Bendigamos al Señor a todas horas.

• Bendeciré al Señor a todas horas, / no cesará mi boca de alabarlo. / Yo me siento orgulloso del Señor; / que se alegre su pueblo al escucharlo. R/.

• Proclamemos qué grande es el Señor / y alabemos su nombre. / Cuando acudía al Señor, me hizo caso / y me libró de todos mis temores. R/.

• Vuélvanse a Él y quedarán radiantes, / jamás se sentirán decepcionados. / El Señor siempre escucha al afligido, / de su tribulación lo pone a salvo. R/.

• A quien teme al Señor, / el ángel del Señor lo salva y cuida. / ¡Prueben! Verán qué bueno es el Señor; / dichoso quien en Él confía. R/.

• Que amen al Señor todos sus fieles, / pues nada faltará a quienes lo aman. / El rico empobrece y pasa hambre; / a quien busca al Señor nada le falta. R/.

 

EVANGELIO

Del santo Evangelio según san Juan 11, 19-27

En aquel tiempo, muchos judíos habían ido a ver a Marta y a María para consolarlas por la muerte de su hermano Lázaro. Apenas oyó Marta que Jesús llegaba, salió a su encuentro; pero María se quedó en casa. Le dijo Marta a Jesús: “Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora estoy segura de que Dios te concederá cuanto le pidas”. Jesús le dijo: “Tu hermano resucitará”. Marta respondió: “Ya sé que resucitará en la resurrección del último día”.

Jesús le dijo: “Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y todo aquel que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees tú esto?”. Ella le contestó: “Sí, Señor. Creo firmemente que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo”.

Palabra del Señor.

 

 

LECTIO DIVINA

PARA MEDITAR

 

Qué profundidad encontramos en el misterio escondido en tan pocas palabras, que invitan a un amor testimonial de los unos a los otros. Nos consuela que sea así como se van configurando los contornos dinámicos del anuncio y del testimonio definitivo del Evangelio. Dinámica en la que se combinan íntimamente el reconocimiento de la acción de Dios en cada prójimo y hermano, el primado indiscutible, sorprendente y maravilloso del Espíritu Santo, y la apertura universal de nuestra comunidad a toda persona, reconocida y amada, valorada y asumida como hija de Dios.

 

Este “unos a los otros” es el llamado personal de Jesucristo y la explicitación pública de nuestra personal y comunitaria relación con Él en cuanto verdadero motor de nuestra acción como creyentes. Llamado que ha de expresar nuestro conocimiento amoroso de Cristo en cuanto fuente de donde brota el deseo de anunciarlo, de evangelizar, y de llevar a otros a la fe en Él como Iglesia que testimonia que toda vocación es en el fondo testimonio vivo de amarnos los unos a los otros.

 

PARA REFLEXIONAR

 

Hay mucha violencia contra la persona, ¿qué podemos hacer los cristianos para mostrar que es posible la fraternidad, la comunión, el amor de unos a los otros?

 

ORACIÓN FINAL

 

Padre, gracias porque tu Espíritu Santo nos enseña que, si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece en nosotros; gracias porque podemos ser testimonio de que Jesús nos ha enseñado cómo amarnos, cómo acogernos unos a otros y cómo hacer de los hermanos una única familia de hijos.

 


Complementa los ocho (8) pasos de la Lectio Divina adquiriendo el Misal Pan de la Palabra en:


 

 


Suscríbete a nuestro newsletter ENTÉRATE DE LAS ÚLTIMAS NOVEDADES Y RECIBE DESCUENTOS EXCLUSIVOS

whatsapp chat