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Pan de la Palabra


07 Noviembre 2025

  • Feria – Semana 31ª del tiempo Ordinario
  • Verde
  • San Vilibrordo.

PRIMERA LECTURA

De la Carta del apóstol san Pablo a los Romanos 15, 14-21

Hermanos: En lo personal estoy convencido de que ustedes están llenos de bondad y conocimientos para poder aconsejarse los unos a los otros. Sin embargo, les he escrito con cierto atrevimiento algunos pasajes para recordarles ciertas cosas que ya sabían. Lo he hecho autorizado por el don que he recibido de Dios de ser ministro sagrado de Cristo Jesús entre los paganos.

Mi actividad sacerdotal consiste en predicar el Evangelio de Dios, a fin de que los paganos lleguen a ser una ofrenda agradable al Señor, santificada por el Espíritu Santo. Por lo tanto, en lo que se refiere al servicio de Dios, tengo de qué gloriarme en Cristo Jesús, pues no me atrevería a hablar de nada sino de lo que Cristo ha hecho por mi medio para la conversión de los paganos, valiéndose de mis palabras y acciones, con la fuerza de señales y prodigios y con el poder del Espíritu Santo.

De esta manera he dado a conocer plenamente el Evangelio de Cristo por todas partes, desde Jerusalén hasta la región de Iliria. Pero he tenido mucho cuidado de no predicar en los lugares donde ya se conocía a Cristo, para no construir sobre cimientos ya puestos por otros, de acuerdo con lo que dice la Escritura: Los que no habían tenido noticias de Él, lo verán; y los que no habían oído de Él, lo conocerán.

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL
Salmo 97

R. Que todos los pueblos aclamen al Señor.

• Cantemos al Señor un canto nuevo, / pues ha hecho maravillas. / Su diestra y su santo brazo / le han dado la victoria. R/.

El Señor ha dado a conocer su victoria / y ha revelado a las naciones su justicia. / Una vez más ha demostrado Dios / su amor y su lealtad hacia Israel. R/.

• La tierra entera ha contemplado / la victoria de nuestro Dios. / Que todos los pueblos y naciones / aclamen con júbilo al Señor. R/.

EVANGELIO

Del santo Evangelio según san Lucas 16, 1-8

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Había una vez un hombre rico que tenía un administrador, el cual fue acusado ante él de haberle malgastado sus bienes. Lo llamó y le dijo: ‘¿Es cierto lo que me han dicho de ti? Dame cuenta de tu trabajo, porque en adelante ya no serás administrador’.

Entonces el administrador se puso a pensar: ‘¿Qué voy a hacer ahora que me quitan el trabajo? No tengo fuerzas para trabajar la tierra y me da vergüenza pedir limosna. Ya sé lo que voy a hacer, para tener a alguien que me reciba en su casa, cuando me despidan’. Entonces fue llamando uno por uno a los deudores de su amo.

Al primero le preguntó: ‘¿Cuánto le debes a mi amo?’. El hombre respondió: ‘Cien barriles de aceite’. El administrador le dijo: ‘Toma tu recibo, date prisa y haz otro por cincuenta’. Luego preguntó al siguiente: ‘Y tú, ¿cuánto debes?’.

Este respondió: ‘Cien sacos de trigo’. El administrador le dijo: ‘Toma tu recibo y haz otro por ochenta’. El amo tuvo que reconocer que su mal administrador había procedido con habilidad. Pues los que pertenecen a este mundo son más hábiles en sus negocios que los que pertenecen a la luz”.

Palabra del Señor.

 

 

LECTIO DIVINA

PARA MEDITAR

Nos queda ante la mirada una imagen que habla de que el misterio de la salvación está relacionado con ser conscientes de que, en la respuesta a la vocación recibida, la mayor parte queda escondida en Dios, fuera de nuestro alcance.

La astucia fuertemente sugerida respecto a las negociaciones oportunas, como llamado a dar una respuesta acertada, reclama ser insistentes, actuar sin dilaciones, buscar el pronto arreglo entre los dos implicados. Impresiona que no haya testigos, ni curiosos, porque el acontecimiento se da en medio del secreto y de las intenciones.

Lo verdaderamente impactante es que nuestra vocación cristiana está marcada con el signo de lo imprevisible, de lo inescrutable y en especial de la generosidad inconcebible de Dios.

Por eso ante el acontecimiento de nuestra vocación, lo más legítimo debe ser una profunda y agradecida actitud de asombro, una reacción que expresa cómo quedamos maravillados ante la libertad absoluta de Dios y la posibilidad de una libre adhesión a su misterio provocador.

 

PARA REFLEXIONAR

 

¿Cómo usar sabiamente las cosas de este mundo en favor de los que nos pueden conducir al Reino de la luz, a la vida junto al Padre?

 

ORACIÓN FINAL

 

Padre, concédenos tu Espíritu Santo para aprender de los hijos de este mundo, que son más sagaces a la hora de tratar con su propia gente que los hijos de la luz y sacar el máximo provecho en favor de los que nos has confiado para que la justicia llegue a sus vidas y también tu salvación. Amén.

 

 


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